Comer bien y, al tiempo, darle un toque original y gourmet a nuestras recetas bajas en calorías es posible. Sabrosas propuestas culinarias que podremos disfrutar sin complicaciones ni remordimientos por las calorías ingeridas e, incluso, rematar con un delicioso postre. Comer sano y, al mismo tiempo, mantener nuestro peso ideal es posible. Los alimentos de la despensa –en especial, las frutas, verduras y pescados-, nos ofrecen una enorme variedad de alternativas en su preparación para conseguir platos equilibrados, sanos y sabrosos. Estas son algunas recetas para cuidarte y chuparte los dedos.
Comer sano, con pocas calorías y sin perder el sabor de una buena receta es posible. Te damos algunas ideas para que la dieta no solo no pierda su equilibrio, sino que también gane en sabor y nos permita probar platos diferentes, aunque igual de equilibrados y sanos. Ideas que también llevar a tu dieta si quieres perder algún kilo de más (operación bikini) y en las que no faltan los ingredientes o grupos esenciales de alimentos de una dieta sana y equilibrada. Combinación de colores y de nutrientes esenciales.
Entrantes y primeros platos bajos en calorías
La ensalada de cuscús con aceitunas y pimientos, una original variante de las ensaladas, la forma más rápida y refrescante de mantener equilibrada nuestra dieta en verano. El arroz, cocido, se mezcla con los pimientos y las aceitunas cortadas en trocitos, y con caldo de pollo (250 mililitros). Una vez que ha absorbido todo el caldo se adereza con zumo de lima, pimienta, aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal.
El arroz, en su variante más tradicional, también lo podemos mezclar con espinacas cocidas y manzanas cortadas en trocitos pequeños. Se puede aderezar con un poco de queso parmesano.
Otra receta para chuparse los dedos, con las legumbres como protagonistas, ensalada de lentejas y salmón en tacos (fritos a fuego lento), acompañada de cebolla, tomate en dados y pepino. Adereza al gusto.
Con salmón también podemos preparar un delicioso bocadillo japonés.
El tomate es uno de los alimentos más nutritivos y saludables. Crudo o en forma de crema, como la crema fría de tomates y pimientos. Si queremos preparar una crema, saltemos tomate, pimientos, ajos y cebolla en una sartén con aceite de oliva. Salpimentamos y añadimos caldo de verduras y tomillo. Tras cocer media hora, trituramos y lista la crema fina, añadiéndolo nata líquida.
Verduras y pescados
Calabacines rellenos de bacalao con tomate, un pescado saludable no solo para los adultos, también para los niños. Se puede aderezar con queso y gratinar en el horno.
Dar un toque verde a nuestros platos es invertir en salud. Acompaña el pescado con un plato de bimi crujiente, una mezcla de brócoli y col china. El bimi, una vez cocido, se pasa por la sartén con nueces picadas y una cucharadita de mantequilla. Es ideal como acompañante del salmón o la trucha.
Una original manera de apostar por las verduras son los crudités o bastones de verduras crudas (zanahorias, pepinos), una buena idea para el picoteo entre horas. También podemos utilizar tomates o rábanos, colocándolos en forma de brochetas. Para acompañarlos podemos preparar una salsa de aceitunas trituradas con yogur o puré de garbanzos aderezado con zumo de limón, aceite, caldo de pavo y ajo.
Lubina con salsa de coco y lima, tan original como rápida de hacer. En apenas diez minutos, tras meter los lomos de lubina cubierto por la salsa –se puede encontrar preparada en la sección de alimentación oriental- en el horno estará listo para servir.
Otra opción, también con el pescado como protagonista, la merluza con vinagreta de tomate (tomate, vinagre, sal, aceite de oliva y perejil).
Bebidas y postres
Y para refrescarnos, qué mejor elección que el té, un aliado para mantener nuestro. El té helado con citronella es una bebida fresca y saludable.
Para el postre, espuma de limón o un delicioso sorbete. Para la preparación de la espuma, una vez cocido el zumo de limón con azúcar, le añadimos la gelatina. Colamos y añadimos el queso fresco (100 g). Tras dejar enfriar, se añade la nata montada (100 g) y las claras a punto de nieve (2 huevos). Se vierte en un molde previamente pasado por agua fría y se deja en la nevera hasta cuajar.
La sandía es la fruta del verano, pruébala en brochetas con pimientos y pepinillos.
Sopa fría de yogur con arándanos. Tan apetecible como sencillo, ya que se trata de mezclar el yogur con arándanos, frambuesas y aderezar con nueces picadas. Se puede añadir un toque de vainilla y decorar con menta o melisa de limón.