Gammy es un niño con síndrome de Down que ha sido rechazado por sus padres. Una historia que ha conmovido y ha indignado al mundo, que ha corrido como la pólvora gracias a la web, y que implica no sólo a Tailandia, el país de nacimiento de la criatura que hoy tiene siete meses, sino también a Australia, país de los padres biológicos que presuntamente no lo han querido por su estado de salud. Una historia compleja, donde existen diversos elementos a considerar, he aquí algunos de los principales, entre las versiones discordantes de los diferentes protagonistas, polémicas, verdades y medias verdades.
Un vientre de alquiler que ha tenido un final no previsto
Gammy es un bebé de siete meses que tiene síndrome de Down nacido de un embarazo de alquiler. Su madre natural es Pattarman Chambua, una mujer tailandesa «engañada» por una asociación y una clínica especializada a cambio de una compensación de quince mil euros. Sus padres biológicos son una pareja australiana de Bunbury. Pero Gammy no nació solo. Junto a él nació una hermanita sana. Él, por el contrario, además de tener síndrome de Down cuenta también con una grave cardiopatía. Por ello, según lo que ha contado la madre de alquiler, durante el embarazo la clínica en la que fue realizado el procedimiento de inseminación se puso en contacto con ella para invitarla a hacerse un aborto selectivo del feto «enfermo». La petición presumiblemente llegaba de los padres australianos, pero Chambua se negó y prosiguió hasta llevar a término el embarazo, dando a luz a ambos gemelos.
Desde este momento, según ella, la pareja abandonó a Gammy eligiendo ya desde el nacimiento a la hermanita sana. «Demasiado viejos para criar a dos gemelos», se excusaron los padres biológicos, según Chambua. Su padre biológico, por el contrario, sostiene que ni él ni su mujer sabían nada del nacimiento de Gammy, y que no la han abandonado. Es más, hipotizaban también que la mujer que concede entrevistas y da declaraciones al respecto no es ni siquiera la madre de alquiler que habían contratado.
Entre versiones discordantes y entrevistas a periódicos y TV, algunos datos son ciertos. La historia ha conmovido y suscitado la indignación en todo el mundo. La web, utilizando el hashtag #GammyParents ha lanzado palabras muy poco amables a los padres australianos del pequeño. Además, visto que Gammy debe ser sometido a una operación urgente de corazón, el periódico Thai Rat ha creado una petición pública para recoger los fondos necesarios y en sólo quince días ha conseguido ya la cifra de quince mil euros.