¿Quieres saber cuáles son los errores más grandes que cometemos a la hora de bajar de peso? Saltarse las comidas, olvidarse de que las bebidas también engordan o el marcarse expectativas poco realistas pueden dar al traste con nuestro objetivo de ganar la batalla a la báscula.
Para evitar los errores que nos impiden bajar de peso y que, en muchas ocasiones, cometemos sin darnos cuenta, el primer paso es identificarlos. A la hora de seguir una dieta para adelgazar hay que olvidarse de las prisas y de las metas inalcanzables, ya que solo conseguiremos desanimarnos al ver que los resultados no se producen en el tiempo esperado. Vamos a ver, a continuación, cuáles son los errores más comunes y que debemos evitar a la hora de eliminar los kilos de más y lucir figura.
- Evita las distracciones: Es fundamental no distraerse y prestar siempre atención a lo que se come. Hay que dedicar tiempo a las comidas, evitando hacerlo delante del televisor, ya que nuestra atención se desviará y no seremos conscientes de qué y cuánto comemos. Por cierto, comer despacio adelgaza.
- Marcarse expectativas poco realistas: Cuando iniciamos una dieta, incluso acompañada de la práctica de actividad física, no hay que perder la perspectiva ni marcarse retos imposibles de alcanzar. Por ejemplo, si pensamos que la primera semana vamos a perder 10 kilos de grasa nos estaremos equivocando. Hay que ser conscientes de que la manera más eficaz de adelgazar es perder peso de manera gradual. Al principio es posible que perdamos más peso, esto es debido a la eliminación de los líquidos retenidos. Si perdemos peso demasiado rápido, corremos el riesgo de sufrir el efecto yo-yo, recuperar los kilos nada más dejar la dieta.
- Saltarse las comidas: Un gran error. Es cierto que para adelgazar hay que consumir menos calorías, pero eso no implica saltarse las comidas, ya que solo conseguiremos ralentizar el metabolismo. Además, saltarse las comidas puede tener un impacto negativo en la salud. Así, por ejemplo, si nos saltamos el desayuno nos sentiremos cansados durante el resto del día. Y si nos saltamos una comida, en la siguiente, tendremos más hambre y comeremos más de lo debido.
- No ajustar su consumo de calorías: Hay que tener en cuenta cuántas calorías necesitamos al día. Para ello, es útil llevar un diario de las calorías ingeridas en cada comida.
- Sobreestimar las calorías que se queman con ejercicio: Excederse con el ejercicio no implica que se quemen más calorías. Hay que adaptar la práctica de deporte a nuestra condición física y, sobre todo, debe ir acompañada de una dieta adecuada.
- No contar las calorías de las bebidas: Las bebidas engordan, como el alcohol o las bebidas azucaradas. Calorías que también hay que sumar al cómputo total. Solemos olvidarnos de ellas, pero lo cierto es que pueden hacer un flaco favor a nuestra línea. Lo mejor es tomar agua, con cero calorías.
- Obsesionarse con la báscula: Hay que evitar pesarse todos los días, ya que podemos terminar obsesionados con la báscula. No siempre es la mejor aliada para seguir adelante con la dieta. Sí lo son otros detalles, como el sentirse más ligero o más cómodo con ciertas prendas que antes nos quedaban ajustadas.
- Ser demasiado estricta con la dieta: Darse un capricho de vez en cuando, no de manera habitual, no solo es recomendable, sino que ayuda a controlar mejor las tentaciones. No pasa nada si tomas una porción de chocolate, eso sí, solo de manera excepcional si estás a dieta.
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