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El rábano rusticano (Armoracia rusticana), también conocido como raíz picante, esconde interesantes propiedades para la dieta que van mucho más allá de su capacidad de realzar el sabor de los platos como condimento, especialmente si queremos cuidar nuestro peso, gracias a su efecto drenante. El rábano rusticano, además de ser un potente antibacteriano y antiinflamatorio, estimula la diuresis para favorecer la eliminación de toxinas y reducir los niveles de glucosa en la sangre. Vamos a ver más detenidamente cómo incluirlo en la dieta para aprovechar al máximo todas sus propiedades. [/multipage]
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1. Composición y beneficios
El rábano rusticano contiene unas 30 calorías por cada 100 gramos, y es rico en minerales, vitamina C y B1, fibra, calcio, potasio e hierro. Se compone en un 95% de agua, es bajo en grasa y contiene sinigrina, un glucosinolato que ayuda a contrarrestar la retención de agua de forma natural. [/multipage]
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2. Cómo introducirlo en la dieta
Hay varias maneras de utilizar el rábano o raíz picante, tanto como condimento como mezclado con otros ingredientes (tés y bebidas calientes). Junto con el jengibre, por ejemplo, podemos obtener un té de hierbas de intenso sabor y un fuerte efecto drenante. También se puede utilizar para hacer salsas. [/multipage]
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3. Recetas para quemar grasa
Entre los posibles usos del rábano rusticano hay una receta ideal para quemar grasa. Es una bebida que se elabora con 130 gramos de rábano picante (pelar previamente), tres limones y dos cucharadas de miel. Tomar a diario dos cucharadas con las comidas. Se puede conservar en el refrigerador.[/multipage]
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4. Contraindicaciones
El rábano rusticano no tiene contraindicaciones específicas. Sin embargo, es aconsejable no sobrepasar la dosis, ya que puede causar gastritis, cistitis, náuseas, dolores de cabeza y ardor en los ojos. Por último, no se recomienda a las mujeres embarazadas y personas que sufren de gastritis. [/multipage]
