Todas las actividades físicas necesitan que cuidemos la alimentación antes de realizarla para evitar contratiempos, el pilates es una de ellas.
La alimentación y el ejercicio van de la mano, no se pueden disociar, pero hay que tener en cuenta qué clases de alimentos llevamos en nuestra alimentación y sobre todo cuáles tomamos ante de la previa a un entrenamiento o cualquier actividad física. Se debe pensar en el tipo de exigencia que se va a llevar a cabo además de la meta que perseguimos.
Siempre se tiene en mente cuando sale a relucir este debate que se va a tratar de altas cargas de trabajo e intensidad, pero no siempre una actividad física conlleva un esfuerzo excesivo. Yoga o pilates requieren de un movimiento pero no tan elevado si lo comparamos con otras disciplinas, e igualmente también requieren de tener en cuenta una alimentación previa a su realización.
En el caso de realizar pilates, los logros que se quieren alcanzar, el grado de dificultad con el que se realice y nuestro propio organismo son factores a tener en cuenta a la hora de diseñar una dieta para su practica.
Debes tener en cuenta la alimentación antes de hacer pilates
Alimentos con alta dosis de proteínas son indicados para llevar a cabo esta práctica, al igual que los carbohidratos. Estos alimentos tienen un valor importante al entrar en nuestro cuerpo y se traducen en fuerza, resistencia y energía.
El aguacate o los huevos son alimentos que tienen grasas de fácil asimilación y que hacen que el rendimiento sea más importante. Algo en lo que también ahonda la fruta y la verdura, las que contienen mucha fibra. Todo ello debe ir acompañado de una buena hidratación a través de la ingesta del agua, desde el principio del día, durante el entrenamiento y posteriormente durante la jornada.
Se debe tener en cuenta el periodo que necesita el cuerpo para su digestión. Antes de la realización de cualquier actividad se tienen que respetar la digestión para evitar cualquier contratiempo cuando se requiere una exigencia y respuesta por parte del cuerpo.
Lo recomendable es que se tenga en cuenta la hora y media o dos horas antes de ponernos a realizar la actividad. Si se opta por tener solo una pequeña ingesta para aliviar el apetito antes de entrar en la sala de pilates, la cosa cambia. Aquí el tiempo se reduce considerablemente y solo tenemos que mantener una espacio de 30 o 45 minutos, con solo este tiempo no se tendrá problemas.
Además, tenemos que controlar la alimentación para la recuperación que también es importante. Si el periodo para la siguiente comida va a ser prolongado también podemos acudir a un saludable refrigerio para saciar nuestro apetito.
