La sensación de pesadez es la molestia digestiva más común, pero no la única. Favorecer la digestión, fundamentalmente a través de la alimentación, nos ayudará a prevenir trastornos digestivos como gases, estreñimiento, diarrea, digestiones pesadas, acidez estomacal o colon irritable. Consejos tan sencillos como comer fruta entre comidas y verduras como las espinacas o rescatar las infusiones, nos ayudarán a facilitar la digestión y a evitar otras molestias.
Somos lo que comemos y cómo lo digerimos. Una buena digestión es esencial para digerir bien los alimentos y facilitar a nuestro organismo que absorba todos los nutrientes que necesita. Una digestión pesada y dificultosa no solo nos hará sentir una incómoda sensación de hinchazón, sino que puede aumentar los riesgos de contraer otros problemas digestivos, así como el de presentar alguna carencia nutritiva o incluso engordar.
La salud digestiva incluye la prevención contra otros problemas como el estreñimiento, diarrea, gases, colon irritable o acidez estomacal.
¿Cómo facilitar la digestión? La alimentación es clave y, en concreto, ciertos alimentos nos reportan propiedades terapéuticas para combatir los síntomas de las molestias digestivas. Seguir una serie de consejos nos ayudará a favorecer la digestión y a prevenir problemas de salud.
Alimentos fáciles de digerir
Lo primero que debes saber es que debes incluir en tu dieta alimentos de fácil digestión, que deben ser la mayoría de los alimentos que hay en un plato de comida. Así te asegurarás de que cada comida sea fácil de digerir por tu aparato digestivo. Estos son los alimentos fáciles de digerir:
Verduras digestivas
Las verduras son alimentos esenciales para una buena digestión. Las ensaladas y purés de verduras son una excelente ayuda para favorecer el tránsito intestinal, aportando fibra que mejora la digestión. Por ejemplo, la remolacha, en zumo o en ensalada, combate el estreñimiento. Los zumos o purés de verduras (zanahoria, apio, patata, alcachofa…) evitan la acidez estomacal.
Además, las verduras aportan muchos otros nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo, como vitaminas y minerales. Algunas verduras como las coles suelen provocar gases en algunas personas. La solución es cocerlas o servirlas con un poco de comino. Por cierto, las alcachofas son buenas para liberar toxinas.
Fruta para mejorar la digestión
La fruta es esencial en una dieta sana. Para conseguir que los azúcares sean absorbidos con mayor rapidez y su digestión sea más ligera es conveniente tomarla entre comidas, es decir, aislada de otros alimentos.
La fruta favorece la digestión, el tránsito intestinal y evita los gases. Si padecemos colon irritable, es aconsejable tomar la fruta sin piel. Las ciruelas, sobre todo su pulpa, son buenas para combatir el estreñimiento, y los plátanos reponen los niveles de potasio (por ejemplo, en caso de diarrea). Los zumos de frutas también ayudan a reponer vitaminas, minerales y líquidos.
Yogur
El yogur natural sin azúcar es rico en probióticos, es decir, contiene bacterias buenas que mantienen saludable la flora intestinal, por lo que ayuda a mejorar la hinchazón y los problemas digestivos, si se consume de forma moderada. También es muy beneficioso para los casos de colon irritable, trastorno de la salud para el que también es recomendable el queso fresco o la cuajada.
Semillas o aceite de lino
Si sueles tener problemas de gases, estreñimiento o digestiones pesadas, prueba a tomar en ayunas una cucharadita de semillas de lino remojadas en un vaso de agua. Debes dejar que se activen en agua durante toda la noche para que sean beneficiosas para tu tracto intestinal.
Además, usar aceite de lino crudo en ensaladas te ayudará a mejorar tus problemas digestivos.
Infusiones
Las infusiones son remedios naturales que pueden beneficiar mucho tu digestión. La manzanilla, la menta, el anís estrellado o el comino te pueden ayudar con las digestiones pesadas y favorecer los problemas digestivos como estreñimiento o colon irritable.
Alimentos difíciles de digerir
A continuación, te contamos qué alimentos deben estar menos presente en tu dieta o cómo consumirlos para que puedas digerirlos mucho mejor.
Hidratos de carbono
Los arroces, las harinas, las pastas y el pan son alimentos presentes en la dieta mediterránea y, por tanto, en la mayoría de las dietas del país. Aunque consumir hidratos aporta energía, sin embargo, un exceso de hidratos puede perjudicar el aparato digestivo con el paso del tiempo.
Lo ideal es que se consuman en forma compuesta en vez de simple, es decir, en grano entero o integral en vez de en sus formas refinadas. Elige ingerir pastas y panes integrales, y deja a un lado las harinas blancas, las cuales han perdido la mayoría de sus propiedades nutritivas en el proceso de refinamiento. Así podrás aprovechar la fibra de los hidratos de carbono que ingieras.
Refrescos y cerveza
No es aconsejable acompañar las comidas de refrescos o cerveza, porque aumentamos la ingesta de líquidos y esto ralentiza la digestión. Sin embargo, sí es aconsejable sustituir estas bebidas por un vaso de vino o un poco de agua. Te ofrecemos una lista con las mejores bebidas para mejorar la digestión .
Azúcares
El exceso de azúcares puede favorecer problemas digestivos, sobre todo si los consumes de forma refinada. Disminuye tu consumo de azúcar y sustituye el azúcar que comes por miel, estevia, miel de ágave, panela o azúcar mascabado.
La mayoría de los azúcares que necesitas los puedes obtener de la fruta, las verduras y los hidratos compuestos, por lo que no necesitas más. Además, lo ideal es que huyas de la bollería procesada y elijas bollería artesanal, o mejor, hecha en tu casa. Así controlas la cantidad de azúcar que comes y su calidad.
Frituras
Evita lo más posible los alimentos fritos, ya que los aceites saturados contienen compuestos químicos que dificultan la digestión, además de ser dañinos para la salud, ya que generan grasa perjudicial para nuestro organismo.
Otros consejos para mejorar tu digestión
No solo es importante qué comemos, sino cuándo comemos. Además de organizar las comidas, hay que evitar las discusiones en la mesa, ya que el estrés disminuye la producción de ácidos gástricos y, con ello, perjudica la digestión.
Un consejo bastante extendido es tomar medio vaso de agua tibia al final de las comidas para favorecer la digestión gracias a su efecto vasodilatador. También puedes tomar un vaso de agua tibia con un chorrito de jugo de limón en ayunas, para equilibrar el PH de tu flora intestinal.
Trata de no comer en exceso. Según el secreto japonés Hara hachi bun para una buena digestión, proveniente de la dieta de las islas japonesas de Okinawa (una de las dietas más saludables del planeta), lo ideal es llenarse sólo el 80% de nuestra capacidad digestiva cuando comemos. Así nos aseguramos de que se generen los suficientes jugos gástricos para hacer una buena digestión.
La alimentación es importante, al igual que la práctica de ejercicio físico. Es aconsejable caminar, pasear al menos media hora al día para ayudar a nuestro intestino a moverse.
Digestión: Intolerancias
Todos hemos padecido molestias digestivas puntuales, pero si estas persisten después de las comidas y, sobre todo, después de haber ingerido algún alimento en concreto, es importante consultar al médico por si padecemos intolerancia alimentaria, un trastorno que está detrás, según datos médicos, de cuatro de cada diez problemas de digestión.