Dietas: Lo que no se debe hacer. Con la llegada del verano y las altas temperaturas, toca sacar del armario los bikinis, los bañadores, los shorts, los vestidos… y, con ellos, las prisas por estar perfectas para poder lucirlos sin complejos. Comienza por tanto la temporada de las dietas exprés y milagro para poder estar perfectas en la playa estos días. A veces nos olvidamos de nuestra salud o seguimos regímenes que no producen ningún efecto. Por ello, antes de ponerte a dieta, es importante que seas consciente de todas aquellas cosas que no debes hacer si quieres perder peso este verano.
La antiestética celulitis, los odiados michelines… Son los principales problemas que nos impiden disfrutar del verano como deberíamos y que nos acomplejan a la hora de ponernos el bañador o los pantalones cortos.
Pero no todo vale para bajar nuestro peso. Tenemos que tener en cuenta que no todas las dietas o consejos que leemos o nos cuentan nos valen para poder mejorar nuestro aspecto.
¿Qué no debes hacer a la hora de ponerte a dieta?
Ponerse a dieta beneficia a nuestra salud, siempre y cuando sigamos una serie de directrices básicas. En esta época en la que existe una cierta obsesión por la operación bikini, hay muchos modos de bajar peso, pero ninguno de ellos debe incluir estas prácticas.
- Las dietas exprés o milagro que permiten perder mucho peso en muy poco tiempo acaban siendo contraproducentes, ya que no solo se resentirá tu salud, sino que, además, sufrirás el llamado “efecto rebote” con el que recuperarás el peso perdido e, incluso, lo puedes aumentar.
- Suprimir comidas es una costumbre que, en contra de lo que pueda parecer, contribuye al aumento de peso. No se trata de suprimir comidas, sino de controlar los alimentos y las cantidades.
- Basar tu dieta en un solo alimento. Es uno de los errores más frecuentes. La única manera de garantizar que un régimen es saludable es que sea variado, ya que tu organismo necesita unos nutrientes que un único alimento no puede proporcionar.
- No acompañar la dieta con la práctica de un deporte o de actividad física hace que la dieta pierda gran parte de su efecto. Andar, correr, ir al gimnasio, practicar deportes de equipo… la forma da igual, pero es importante realizar alguna para conseguir que el cambio en nuestra alimentación surta efecto. Encuentra uno que te guste y se adecue a tus condiciones físicas, practícalo con constancia y verás cómo ves los resultados rápidamente.
Bajar de peso, sí, pero con precaución, por lo que lo mejor es que acudas al médico especializado si quieres ponerte a dieta. Conseguirás mejores resultados y tu salud no se resentirá, sino que mejorará.