Siempre pensamos en la dieta para después de las fechas navideñas pero hay personas que se plantean realizarla antes
Ya sabemos todos lo que significa las navidades para nuestro cuerpo, especialmente para esos kilos de más que nos regalan siempre estas fechas, porque el Gordo de la Lotería ni nos roza pero lo que son las calorías nos dan de lleno en nuestro abdomen. Durante estos días viviremos cenas de empresas, reuniones con amigos, encuentros familiares, más reuniones con amigos y Noche Buena y Noche Vieja. Y todos no somos unos superhéroes que podamos combatir las ganas de zamparnos ese jamón o esa caña de lomo, o resistir a ese buen vino o cerveza helada.
Estamos acostumbrados a los primeros días de enero y sus fastidiosas y tediosas dietas. Así que qué tal si nos planteamos ponernos una dieta antes de las navidades. Creemos que, en un extremo u otro, en el sí o en el no, pero lo cierto es que entre ambos pueden existir diferentes circunstancias para las que puede ser recomendable o para las que no.
Tener unos hábitos de comida saludable siempre es algo positivo para nuestro organismo, siempre es bueno mantener una rutina equilibrada que tenga el organismo engrasado. Las fiestas son la excusa perfecta para evadir responsabilidades nutricionales. Evitamos la dieta en estas fechas aludiendo a todos los compromisos que tenemos y a lo mucho que afectaría no poder quedar por temor al exceso.
¿Es buena la dieta antes de Navidad?
Aquí nuestra vida social se resentiría. Pero es verdad que cada persona tendría que reflexionar sobre cuándo es buen momento para comenzar la dieta, y hacerlo antes de la fiesta no tiene nada de malo. Quizás no sea lo más indicado, pero si llevas tiempo diciéndole no a ponerte manos a la obra y ahora te has decidido, pues inicia el camino.
De cara a estos días, más incluso que elegir una dieta, lo recomendable sería poner un control sobre las salidas, cenas, comidas y excesos que vamos a tener. No es lo más indicado poner un plan estricto para posteriormente dar rienda suelta a todos los caprichos. Aquí lo más recomendable es no perder la rutina de deportes o poder incrementarla porque es el mejor control.
A tus comidas dótalas de productos bajos en calorías y que tengan fibra. Elige esto en el restaurante. Igualmente baja el azúcar, seleccionando correctamente aquello que te vas a llevar a la boca cuando comas. Evita el ir cogiendo aperitivos con ansia y practica más conversación, que para eso sales y te reunes. De esta manera tendrás mayor seguridad de la cantidad que llevas injerida. Y por supuesto, los excesos de alcohol están prohibidos.