La dieta Dukan, uno de los regímenes para adelgazar más conocidos, también brinda un papel fundamental a la actividad física a la hora de conseguir mejores resultados. Combinar el ejercicio físico con la dieta es esencial sobre todo en la fase de ataque de la dieta Dukan. No se trata de hacer grandes sacrificios en el gimnasio, ya que la práctica moderada de una actividad tan sencilla como caminar -un paseo diario de 20 minutos, por ejemplo- reporta beneficios a la salud y ayuda a perder peso. El creador de esta famosa dieta, el nutricionista francés Pierre Dukan, recomienda adoptar otros hábitos que, de manera cotidiana, nos ayudarán a mantenernos más activas y a perder calorías. Hábitos tan sencillos como subir y bajar escaleras en lugar de coger el ascensor, ir andando al trabajo o a la compra (bajarse del autobús unas cuantas paradas antes). En pocas palabras, se trata de evitar un estilo de vida sedentario, incluso cuando hace frío. Es decir, el invierno no debe ser excusa para dejar de cuidarse, porque además el frío esconde trampas que nos hacen sumar kilos.
A la hora de perder peso no todo se reduce a contar calorías, siendo aconsejable combinar la dieta baja en calorías con la práctica de ejercicio físico, lógicamente adaptado a nuestra condición física. Es importante realizar ejercicio de manera gradual, adaptando la intensidad y duración a medida que vayamos cogiendo tono y forma física. En cualquier caso, éste es un hábito que conviene mantener durante y después de la dieta, porque el sobrepeso puede conducir a un sobreesfuerzo en las articulaciones.
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