La dieta aproteica, basada en la disminución de las proteínas en comparación con otros nutrientes, está especialmente recomendada ante la presencia de ciertas enfermedades, como la insuficiencia renal o disfunción hepática. Cabe recordar que el consumo recomendado de proteínas se sitúa entre los 0,9 y 1,1 gramos por kilo de peso corporal. Con la dieta aproteica no debe exceder del rango entre los valores 0,5 y 0,8 gramos/kg. Vamos a ver más detenidamente las principales claves sobre este tipo de dieta.
Qué comer En la dieta aproteica se reducen las proteínas tanto de origen animal y vegetal. Esto se traduce en una menor presencia de alimentos como la carne, los huevos, los pescados y los productos lácteos, así como también algunas verduras incluidas entre las principales fuentes de proteínas. Hay algunos alimentos elaborados específicamente para ser consumidos por personas que sufren de ciertas enfermedades. Por ejemplo, pan, pasta y galletas aproteicas, es decir, sin proteínas lácteas. Vamos a ver un menú tipo de dieta aproteica.
- Desayuno: Yogur bajo en grasa con frutas o macedonia de frutas con café o dos galletas con mermelada.
- Comida: 70 gramos de pasta con tomate o 130 gramos de sopa de verduras. Como segundo evitar la carne roja, con más proteínas, y optar por la carne blanca, como pavo, pollo o conejo.
- Merienda: Una pieza de fruta.
- Cena: Pollo con espinacas o ensalada de verduras sin sal y una pieza de fruta.
¿Quién debe seguir la dieta aproteica? La dieta aproteica está recomendada para las personas que padecen insuficiencia hepática o renal. Estos órganos, de hecho, están directamente involucrados en el metabolismo de las proteínas. El hígado se encarga de la descomposición de los aminoácidos. Este producto del metabolismo se excreta en la orina a través de la acción de los riñones.
Si éstos no funcionan bien o se produce demasiado urea, después de una ingesta excesiva de proteínas de la dieta, el resultado será un aumento en la concentración de sustancias nitrogenadas en la sangre. Y lo que se llama la uremia, provocando en los casos más graves insuficiencia renal.
El hígado puede funcionar mal en los casos de insuficiencia hepática o por una acumulación de amoníaco en la sangre, que puede trabajo a hepatitis viral o cirrosis hepática. La dieta aproteica sirve para reducir la carga de trabajo del hígado y los riñones y para prevenir la aparición de trastornos particularmente complicados.
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