Hay varios indicativos que nos hacen ver que podemos sufrir ansiedad por comer, incluso cuando no tenemos hambre
Todos en algún momento hemos sentido un deseo insaciable por comer en casi todos los casos optamos por comida que no tienen nutrientes saludables para nuestro cuerpo. Da la casualidad de que siempre se trata de bollería con altas dosis de calorías.
Existen algunas estrategias que te ayudarán a tener una mejor autocontrol para este tipo de situaciones y poder tener un mayor dominio de tu alimentación. Los desequilibrios nutricionales que se llevan en estos casos siempre desembocan a un aumento de peso.
Las ganas insaciables de comer se pueden presentar de diversas formas, pero hay siempre síntomas comunes. Muchos casos, a pesar de estar saciados, comemos por los ojos, y eso nos hace tener excedentes de alimentos, por lo general, nada saludables, en nuestro cuerpo. Y claro está, después de esta comilona tendemos a sentirnos mal con nosotros mismos.
Son varios los síntomas de la ansiedad por comer
Igualmente, tener variaciones en nuestra actitud sobre todo en el humor, antes de efectuar una gran comida, es otro indicativo. Y uno muy claro es ofuscarse no por no bajar nuestro peso pero al mismo tiempo no ser capaces de dejar esos alimentos perjudiciales a un lado.
Tenemos que tener presente que diferentes estados de ánimo propicio que acudamos a la nevera . Estas cuestiones las tenemos que tener bien identificadas para poder evitarlo. Una completa organización de cada una de las ingestas ayuda a la hora de tener una dieta llevadera y no atender a deseos comer por comer. Debemos ser fuertes a la hora de no atender nuestros deseos y saber tener una afirmación negativa.
Comentar tus problemas con amigos te puedo ayudar también a tener una mejor vida social, ya que a la hora de tener esas reuniones de amigos no acudimos por miedo a tener una excesiva ingesta, pero si comentamos estas cuestiones pueden ser ellos los que nos echen una mano y evitar que realicemos un abuso excesivo de esa cena o almuerzo.
Obviamente, si el deseo de comer aumenta llegando a provocar esa ansiedad, estamos seriamente afectados y no podemos efectuar el control que quisiéramos por lo que la ayuda profesional es imprescindible .
Un médico especializado siempre podrá aconsejarte en cuestiones psicológicas para tener un menor trastorno. Son muy frecuentes los casos en los que comer de una forma excesiva está condicionado por problemas en nuestra mente ya sea depresión, ausencia de autoestima o estrés. Atajar estas cuestiones puede ser fundamental para volver a una vida sana y poder evitar estas malas emociones y pensamientos que no solamente nos perjudican en la barriga, sino también en la cabeza.