Alimentos prohibidos: ¿Cuál es tu edad? Apostar por una dieta sana y equilibrada también pasa por adaptarla a nuestras necesidades, las cuales variarán ineludiblemente en función de nuestra edad. De igual manera, hay otros alimentos que, en función de la etapa de la vida, deberán estar más presentes en nuestra dieta. Otros, por su parte, son una apuesta segura a cualquier edad, como es el caso del aceite de oliva, uno de los ingredientes esenciales de toda dieta equilibrada que se precie. No se trata de prohibir, sino de comer mejor.
Quizá el adjetivo de prohibido sea demasiado estricto, pero sí es cierto que debemos cuidar o moderar el consumo de determinados alimentos para no desequilibrar nuestra dieta. Además, a cada edad, unas necesidades y una dieta adecuada al gasto energético. ¿Cuál es tu edad?
A los veinte, las bebidas o comidas excitantes, como la cafeína o la comida rápida, no solo pueden desequilibrar la dieta, sino también nuestro peso por la acumulación de grasas. La cafeína, aunque tiene sus beneficios, si se abusa de su consumo (café, té, refrescos) también puede alterar los nervios y reducir la absorción del hierro y del calcio de los alimentos. A los treinta, las bebidas alcohólicas interfieren con los anticonceptivos y no son un buen aliado si has tomado la decisión de ser madre, ya que puede reducir la fertilidad y dificultar la concepción.
Dieta a partir de los 40
En la etapa de los 40, hay que empezar a controlar la cantidad de dulces, especialmente porque a esta edad somos más vulnerables a desarrollar la patología de la diabetes tipo 2. Por el alimento que sí tenemos que apostar a partir de esta etapa es por el aceite de oliva, un ingrediente esencial –gracias a su contenido en ácidos grasos Omega 3- para proteger nuestro corazón y cuidar las arterias. Cabe recordar, según apuntan los especialistas en salud y nutrición, que a partir de esta edad las mujeres somos más vulnerables a padecer problemas cardiovasculares. Es aconsejable incluir el aceite de oliva en la dieta diaria, incluso para preparar platos de frituras.
Por otra parte, a partir de esta edad es aconsejable apostar por los alimentos ricos en vitaminas (especialmente vitamina K y D) y minerales (fósforo, magnesio) para prevenir los problemas de descalcificación.
Para controlar las calorías, y porque además han ganado terreno en la pirámide alimentaria de la dieta mediterránea, los lácteos desnatados son una buena opción.
Y precisamente a partir de los 50 es aconsejable moderar las calorías –por ejemplo comiendo raciones más pequeñas- y evitando las grasas saturadas, que pueden provocar desequilibrios hormonales. Para compensar, el ejercicio físico es un buen aliado.
A esta edad los Omega 3 también son fundamentales, para prevenir las patologías inflamatorias (artritis, artrosis), los problemas gastrointestinales o la degeneración macular de la retina asociada a la edad. Omega 3 que podemos obtener especialmente del pescado (mejor azul) o de las semillas de lino (las cuales se pueden mezclar con los cereales del desayuno o añadir a las ensaladas).