Sabemos que el aceite de coco es alto en grasas saturadas, sin embargo, actualmente está considerado como una de las mejores fuentes de grasas buenas y saludables, ¿sabes por qué?. Hoy te contamos todos los beneficios nutricionales del aceite de coco.
Uno de los aceites vegetales utilizados tradicionalmente en culturas isleñas, como la Tokelau o la Kitava, es el aceite de coco. Debido a su fácil extracción y la multiplicidad de usos, el aceite de coco fue durante siglos uno de los mejores aceites, aunque fue olvidado con la entrada de los aceites occidentales y, posteriormente, la industrialización de aceites refinados, altos en grasas hodrogenadas, que han supuesto el aumento de las cardiopatías en la población mundial.
Aunque durante años gozó de mala reputación, debido a su alto contenido en grasas saturadas (el 90% de su composición), los estudios nutricionales más contemporáneos han demostrado que el aceite de coco es uno de los aceites más saludables en la actualidad, principalmente en su uso caliente a altas temperaturas.
El 50% de la composición de las grasas saturadas del aceite de coco es ácido láurico, un tipo de grasa de cadena corta y media mucho más saludable que otros tipos de grasas saturadas. De hecho, aunque durante años se han señalado las grasas saturadas como responsables del aumento del colesterol, esta afirmación no es del todo correcta, ya que las grasas saturadas son mucho más estables al contacto con el calor y su tiempo de oxidación es mucho más lento que el de las grasas mono y poliinsaturadas, por lo que, en realidad, suponen una mejor opción para frituras y cocciones a altas temperaturas.
Eso sí, siempre y cuando se opte por grasas saturadas saludables, como el aceite de coco, la manteca de cacao o el ghee o mantequilla clarificada, alimentos «nuevos» que se han convertido en tendencia wellness gracias a sus amplias propiedades nutricionales.
Aunque los productos de belleza con aceite de coco llevan años siendo muy populares, sus beneficios nutricionales no lo son tanto. A continuación, te contamos todos los beneficios del aceite de coco que lo convierten en un buen alimento para incluirlo en tu dieta. ¡Toma nota!
El aceite de coco virgen extra reduce los triglicéridos y el colesterol malo (LDL), a la vez que aumenta el colesterol bueno (HDL), por lo que es una fabulosa grasa para cocinar e incluirla en tu dieta.
El aceite de coco ayuda a adelgazar, así lo confirman en la actualidad numerosos estudios, ya que aumenta el gasto energético y la saciedad, a la vez que eleva el metabolismo, lo que mejora la eficacia de las dietas de pérdida de peso. Además, el aceite de coco ayuda a estimular la producción de cuerpos cetónicos, los cuales protegen la musculatura en dietas hipocalóricas y ayudan a suprimir el apetito.
Los triglicéridos de cadena media que distinguen al aceite de coco respecto a otras grasas saturadas se metabolizan directamente del intestino al hígado, de manera que el organismo es capaz de convertirla fácilmente en energía, sin que afecte al sistema linfático.
Por tanto, el aceite de coco es ideal para deportistas o cualquier persona que prefiera mantener una dieta moderada o baja en carbohidratos, mucho más saludable, ya que les permite obtener una buena fuente de energía a la vez que de nutrición.
Los cuerpos cetónicos que ayuda generar el aceite de coco en el organismo, gracias a sus triglicéridos de cadena media, son fabulosos para la salud cerebral. De hecho, el aceite de coco ya se está utilizando de forma terapéutica en pacientes con Alzheimer.
El ácido láurico del aceite de coco tiene una importante función antibacterial, por lo que ingerir aceite de coco o usarlo de manera tópica ayuda a mantener a raya algunos agentes patógenos. Por ejemplo, es un buen suplemento natural para tratar la Cándida.
Como ves, el aceite de coco es un gran alimento para incluirlo en tu dieta, tanto si quieres tener una alimentación saludable como si estás en una dieta de adelgazamiento. Lo ideal es consumir aceite de coco virgen extra, ya que se extrae directamente del coco natural y se prensa en frío, por lo que mantiene sus propiedades y es mucho más saludable que el aceite de coco refinado.
Además, si es orgánico, mucho mejor, ya que evitarás la ingesta de pesticidas, aunque bien es cierto que la cáscara del coco es bastante gruesa y no suelen utilizarse muchos pesticidas en la producción de la palma de coco, por lo que si no encuentras aceite de coco orgánico puedes estar relativamente tranquila.
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