La pérdida de peso, como sabemos, se basa en no tomar más calorías de las que quemamos, ya sea por comer menos, hacer más ejercicio o una combinación de ambos. Pero dicho esto, también hay que apuntar que basar la dieta en contar solo calorías puede dar al traste con ello. No solo puede resultarnos agobiante estar todo el día contando calorías, sino que en algunos casos puede ser muy complicado. Por ejemplo, ¿qué hacer cuándo comemos fuera de casa, ya sea en un restaurante o en casa de amigos?
La manera más efectiva de perder peso, para evitar el temido efecto rebote (recuperar lo perdido nada más dejar la dieta), es modificar algunos cambios en el estilo de vida, en lugar de centrarse solo en las calorías. Partiendo de esta premisa, a continuación vamos a ver seis maneras de bajar de peso que no implican el esfuerzo de contar las calorías. Seguir estos consejos nos ayudará a mantener la pérdida de peso a largo plazo:
- Dormir más: ¿Sabías que dormir ayuda a adelgazar? Diversos estudios científicos han constatado que dormir bien es la mejor manera de controlar el apetito, ya que la falta de sueño puede alterar el cerebro y hacer que caigamos en la tentación de comer alimentos más calóricos. Para favorecer el descanso, entre otros consejos, hay que crear un ambiente adecuado, por ejemplo, dejando la habitación a oscuras.
- Comer en familia: Comer acompañado es la mejor manera de evitar comer de más. De hecho, un estudio de investigación constató que las personas que mantenían una conversación durante las comidas o las cenas tienden a controlar mejor su peso que las que comen delante del televisor. Al comer solo, y delante de una pantalla, podemos perder la noción de lo que estamos ingiriendo.
- Beber más agua: El agua no tiene calorías, por lo que es conveniente aumentar su ingesta para favorecer la pérdida de peso. Además, el agua es la bebida ideal para mantenernos hidratados, por lo que será más difícil que confundamos la deshidratación con hambre y comamos cuando en realidad no es necesario.
- Estar activa: La falta de actividad conduce al aumento de peso. Es aconsejable además tratar de realizar el mayor número posible de actividades al aire libre.
- Elegir vajilla de colores: Algo tan básico como el color del plato en el que comemos puede ayudarnos a perder peso. Aunque resulte sorprendente, un estudio de Appetite constató que los que utilizaban platos rojos comían menos que los que usaban platos blancos o azules. La explicación puede radicar en que el cerebro tiende a asociar el color rojo con detención.
- Alejarse de las tentaciones: Uno de los secretos para perder peso es tener la voluntad suficiente de resistir la tentación, algo que es mucho más fácil si, lógicamente, evitamos las situaciones tentadoras. Para ello, por ejemplo, evita llenar la cesta de la compra de dulces o alimentos calóricos (pizzas, patatas fritas, aperitivos…), sustituyéndolos por alimentos más saludables. Así evitarás la tentación al no tenerlos a mano, por ejemplo, al llegar a casa cansado después de un día estresante.
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