Subirse a la báscula, especialmente cuando estamos a dieta, puede ser un momento crucial del día. Sin embargo, antes de que te lleves un susto conviene tener en cuenta una serie de factores que nos pueden llevar a confusión. Y es que nuestro peso fluctúa incluso a lo largo del día, por lo que también es importante saber cuál es la mejor hora para pesarse.
- El peso varía a lo largo del día: Según los expertos, nuestro peso puede variar entre kilo y kilo y medio a lo largo del día, por la acumulación de líquido y alimento, por lo que es desaconsejable pesarse al final de la tarde y por la noche. Para que el resultado sea fiable lo mejor es hacerlo al levantarse, en ayunas. Lo mejor es fijar un día a la semana y pesarse, a ser posible, siempre a la misma hora.
- Los fármacos engordan: Determinados medicamentos, sobre todo en tratamientos prolongados, pueden alterar el peso, ya sea por su influencia sobre el metabolismo o porque provoquen pérdida de apetito. Así, por ejemplo, los fármacos antiinflamatorios pueden aumentar la retención de líquidos, y ciertos medicamentos para la migraña aumentar el apetito. Los corticoides, por su parte, pueden provocar una redistribución de la grasa corporal.
- El estreñimiento también engorda: Los problemas intestinales pueden obstaculizar la eliminación de los alimentos causando, a su vez, aumento de peso y de retención de líquidos. Para combatirlo, lo mejor es tomar fibra, entre 25 y 30 gramos al día.
- La regla también influye en el peso: En los días previos a la menstruación lo mejor es olvidarse de la báscula, sobre todo por la retención de líquidos que, además de hinchazón, provoca un ligero aumento de peso, entre uno y dos kilos en los días previos y durante la regla. Las infusiones de hierbas son uno de los mejores aliados para evitar este incómodo síntoma de la menstruación, la retención de líquidos. Prueba con las infusiones de cola de caballo, diente de león o té verde.
- El peso puede variar de una báscula a otra: Los expertos recomiendan pesarse siempre en la misma báscula, ya que el peso puede variar en función de sus niveles de precisión, los cuales también pueden verse alterados por un uso excesivo (por ejemplo, las básculas de los establecimientos públicos).
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