14 hábitos que se interponen en tu dieta

Algunos hábitos y situaciones cotidianas pueden tener la respuesta a los kilos de más y a por qué la dieta no funciona. Descubre los 14 hábitos que se interponen en tu dieta y en tu objetivo de mantener el peso ideal.

La moderación es clave para cuidar la dieta y el peso, pero en algunas situaciones es difícil de conservar. He aquí hasta 14 ejemplos de situaciones y hábitos que, sin darnos cuenta, están interfiriendo en nuestra dieta:

Muestras gratuitas de productos: Se han convertido en todo un reclamo, y no es extraño encontrarse con algún stand de degustaciones gratuitas en los pasillos de los supermercados. Cuidado, porque la costumbre de probarlo todo puede hacer que sumemos calorías sin darnos cuenta.
Un cumpleaños cada dos semanas: ¿Se acumulan en tu agenda los compromisos festivos, como cumpleaños de los amigos o de los compañeros de trabajo? Celebraciones en las que no suelen faltar los alimentos dulces y las bebidas calóricas. Si la tentación es demasiado grande, toma una porción pequeña de dulce, sin repetir.
La hora feliz del café: Con el fin de atraer clientes, los establecimientos de café para llevar pueden ser una tentación cuando además, entre sus ofertas, incluyen la Hora Feliz, un café a mitad de precio. El problema es que algunos de estos productos llevan algo más que café, como algodón de azúcar e, incluso, pasta de galletas. Si no te resistes a un café, mejor que sea solo y con hielo.
Dulces para ocasiones especiales: ¿De verdad es necesario llenar la cesta de la compra de dulces? Las fiestas y ocasiones especiales nos llevan a llenar la despensa con más alimentos dulces de los que, en realidad, deberíamos tomar. Hay que comprar con moderación. Procura además sacarlos a la hora del postre o en el momento de comerlos, evitando dejarlos después a la vista.
Comprar sin salir de casa: Sin duda, no hay nada más cómodo que hacer la compra o adquirir cualquier producto sin salir de casa, directamente desde el móvil o el ordenador. Toda una tentación si nos llevan directamente a casa la pizza o la comida preparada.
Rupturas sentimentales: Generalmente, cuando nos sentimos bajos de ánimo, recurrimos a la comida como aliado. Todos sabemos, por ejemplo, que no hay nada mejor para curar un corazón herido por una ruptura que tomarse un buen trozo de pastel o de helado. Pero, recuerda, esto puede arruinar tu dieta en mil pedazos.
Bodas: Toda una tentación para sucumbir a los placeres gastronómicos, a lo que se suma la barra libre. Demasiadas calorías para el cuerpo en una sola jornada.
Palomitas y otros snacks: Tumbarse en el sillón, poner una buena película y disfrutar de un bol de palomitas. ¿Sabes cuántas calorías estás ingiriendo? Si comemos mirando una pantalla, no vamos a controlar las cantidades, y no solo cuando se trata de palomitas. Evita cruzar la raya colocando una ración moderada en un cuenco.
Desayuno con bacon: El desayuno debe ser energético, pero sin pasarse, porque algunos alimentos pueden resultar excesivamente calóricos. Olvídate del bacon en el desayuno y opta por otras recetas más saludables.
Comer pan antes de servir la comida: Típico de las esperas en los restaurantes, atacar el pan para aplacar el apetito mientras llega el primer plato o la ensalada entrante. No pasa nada por comer pan, de hecho es un alimento básico, pero procura que sea solo un pedazo de pan antes de servir la comida.
Galletas en forma de snacks: Tendemos a pensar, erróneamente, que por tomar unas galletitas en forma de snacks no engordaremos. Sin embargo, si convertimos el picoteo en un hábito nuestra dieta terminará desequilibrándose.
Viajar: Si realizamos un viaje largo, a buen seguro que pararemos a comer, tendiendo en estos casos más por la comida rápida. Cuando viajamos, y nos toca comer fuera de casa, lo mejor es comer alimentos saludables como una ensalada.
Ferias: Algodón dulce, barras de chocolate, manzanas de caramelo… son muchas las tentaciones que encontraremos en las ferias y parques de atracciones.
Vacaciones: Cuando estamos de vacaciones tendemos a trasladar el relax a la dieta, sin preocuparnos lo suficiente de si estaremos siguiendo una dieta equilibrada. Las tapas de verano, los aperitivos, las comidas fuera de casa… todo eso puede sumar más calorías de las que pensamos.