Tarta nupcial: Trucos para elegirla. Desde el cóctel o aperitivo que sirvamos al principio hasta el broche final con el pastel de bodas. El banquete que elijamos en nuestro enlace matrimonial debe estar cuidado al máximo para que consigamos que todos nuestros invitados queden satisfechos, y por supuesto, que todo salga como nosotros queremos en un día tan importante. Y para ayudaros en esta labor, hoy queremos daros algunos consejitos para que acertéis en vuestra elección de la tarta nupcial.
Uno de los momentos más esperados del banquete nupcial es el postre. La entrada de la espectacular tarta de bodas para que los novios y todos los invitados finalicen el menú con un dulce de los más exquisito. Sin embargo, ya sólo no es importante que el pastel este para chuparse los dedos, la presentación y la originalidad de la tarta de bodas es esencial para sorprender a todos los comensales y dejarles con la boca abierta.
¿Qué tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir el pastel de bodas?
- El estilo que queramos dar a nuestro enlace matrimonial debe plasmarse también en la tarta. Si optamos por una boda en el campo o una boda en la playa más informal, por ejemplo, el pastel puede ser mucho más innovador y decorarse con originales motivos.
- Los colores de la decoración del lugar, los manteles de las mesas, las flores… nos pueden guiar a la hora de escoger el diseño de la tarta.
- La época del año en la que os deis el ‘Si, quiero’ es otro de los puntos que hay que tener en cuenta a la hora de elegirlo. Por ejemplo, si te casas en invierno puedes decorarla con motivos típicos de la época u optar por un pastel de color blanco.
- Respecto al sabor de la tarta, lo mejor es no ser demasiado arriesgada y aunque sea novedosa siempre debes intentar que sea del mayor agrado de todos.
- El número de invitados definirá el tamaño que tenga el pastel. Si es una boda íntima con muy pocas personas, no tiene sentido encargar un pastel de muchos pisos y una altura descomunal.
- Dadle algún toque personal que diferencie vuestra tarta de bodas de cualquier otra, por ejemplo, eligiendo unos simpáticos muñecos para coronar el pastel.
Y por último… probadla antes de elegirla y aseguraros de que está ¡¡¡riquísima!!!