Dudas antes de casarte: ¿Hay que hacerles caso? El matrimonio es una de las decisiones más importantes que se toman a lo largo de la vida. El momento de decir que sí a la petición es difícil y se plantean muchas cosas, pero la inseguridad aumenta a medida que llega la fecha designada para la boda. Los pequeños fallos en la relación se convierten en obstáculos muy difíciles de superar y los defectos de nuestra pareja o lo s tuyos propios se comienzan a percibir como problemas irremediables. Todas estas dudas que acechan a las que les queda poco para pasar por el altar son normales y, en cierta medida, se deben a los nervios y la presión que provoca la cercanía de la boda pero, ¿hasta qué punto?
Si estás en plena organización de tu boda y, a pesar de que los preparativos te absorben la mayor parte del tiempo, no puedes dejar de pensar que cada vez tiene menos sentido la celebración de ese matrimonio, debes saber que es normal y le ocurre a muchas novias que se encuentran a punto de pasar por el altar. A pesar de ello, hay algunas cosas que debes tener en cuenta acerca de estas dudas.
¿Cómo actuar ante las dudas pre-boda?
Después de la pedida todo parece muy bonito, pero a medida que tachamos días en el calendario las dudas se hacen más y más patentes. Asustan, y mucho, pero hay que hacerles frente y no solo pensar que se trata de una fase pasajera (aunque puede que sea así). En el caso de que te esté sucediendo a ti, aquí hay una serie de preguntas que debes hacerte.
- ¿Tenéis objetivos comunes o intereses compartidos? En principio, si uno se casa es para toda la vida y eso es mucho tiempo. Es necesario que compartáis cosas para poder disfrutar juntos cada día sin caer en el aburrimiento.
- ¿Cómo trata a los demás? Si es una persona que muestra respeto, agradecimiento y amabilidad ante el resto de la gente, lo más probable es que también te la muestre a ti siempre.
- ¿Busca mejorar día a día? Lo ideal es encontrar una persona que no se conforme, alguien que todos los días busque hacerlo mejor que el anterior. En caso contrario, es muy probable que haya discusiones.
- ¿Me siento a gusto con él o quiero cambiarle después de la boda? Aunque parezca mentira, muchas parejas antes de la boda piensan que una vez casados la otra persona cambiará y desaparecerán los pequeños defectos que tiene o que le molestan. Esto no suele ser así y estas expectativas pueden desencadenar en un problema serio.
- Todos estos son motivos para replantearte el matrimonio, ya que son objetivos y afectan a la base de la relación. Si es una pequeña cosa la que te hace estar insegura, como por ejemplo una ex, un pequeño defecto o la falta de libido en un momento determinado, lo mejor que puedes hacer es hablarlo con él, pero debes estar segura de que es causa de una crisis y no de una separación definitiva.
Lo más importante es que ese día estés segura de lo que vas a hacer por lo que, dentro del caos de los preparativos, encuentra un momento para pensar y analiza todos estos aspectos. Decidas lo que decidas tiene que ser una elección meditada, ya que si no, vienen luego los arrepentimientos.