Damas de honor: ¿Iguales o no?

Damas de honor: ¿Iguales o no? A pesar de que lo importante de una boda sea lo que representa y estar con los seres queridos, ¿quién no ha soñado con una boda de cuento de hadas? Ese día lo recuerdas durante años y años y quieres que todo sea perfecto. Además, las fotos y el reportaje de la boda son testigos para siempre de todo lo que ocurre durante esa jornada, por lo que todo tiene que estar estudiado al milímetro. Uno de los aspectos que más influyen es el vestido de la novia y, por debajo de este, el de las damas de honor. Por ello es muy importante la decisión de cómo vestirlas.

Estamos hartas de ver en las películas la típica escena de la boda de todas las damas de honor con el mismo vestido al lado de la novia. Todo ello forma un panorama bastante particular, pero, ¿quieres que tu boda sea así? Las damas de honor son una tradición, pero eso no quiere decir que no la puedas modificar a tu gusto al organizar tu boda.

Cómo vestir a las damas de honor

Existen numerosas opciones para vestir a tus damas de honor y no tiene por qué conllevar el que lleven vestidos iguales. Las opciones son infinitas y tienes que elegir la que más te guste a ti, ya que eres la protagonista de ese día.
 
Una vez que eliges tu vestido de novia, lo siguiente que tienes que pensar es en cómo irán vestidas las damas de honor, que estarán presentes en muchas de las fotos, ya que se colocarán muy cerca de ti durante toda la ceremonia.

• Puedes optar por lo clásico y elegir un vestido igual para todas. En este caso hay que tener cuidado, ya que, probablemente, todas las damas de honor no tengan un cuerpo similar y habrá que elegir vestidos que les sienten bien a todas.
• Puedes elegir varios modelos de vestido muy parecidos, de manera que se note que son las damas de honor pero que no vayan todas iguales. Esto suele quedar más natural y permite elegir un modelo más acorde con la fisionomía de la dama.
• Una opción algo menos rígida es elegir un color y permitir que las damas de honor elijan ellas mismas el vestido. En este caso, hay que especificar muy bien el tono, ya que corres el riesgo de que, a pesar de que el color sea el mismo, las variaciones en el tono se noten demasiado.
• Por último, siempre queda la opción de dejar libertad total y arriesgarte a que los vestidos que elijan no encajen para nada, aunque también puede suceder lo contrario.

Con todo ello, ten en cuenta que son algunas de las personas más cercanas a ti, por lo que no les importará en absoluto que tomes la decisión acerca de su atuendo, ya que, al igual que tú, ellas querrán lo mejor para ti en ese día.