Eres la dama de honor y tu querida amiga te ha pedido que seas una de las seleccionadas para dar un cariñoso y emotivo discurso el día de su boda, pero… ¡no soportas a su novio!. No es que sea un mal tipo, pero la verdad nunca lo has tragado y no has sido capaz de decírselo abiertamente. Y, por supuesto, unos días antes de la boda no es el momento ideal para hacerlo, quizá nunca lo hagas… Sin embargo, lo que sí tienes que hacer es ese dichoso discurso, ¿pero por dónde empiezas? Te contamos cómo hacer un discurso de bodas si el novio no te cae bien.
¡Atención! Hoy te ofrecemos algunos consejos para hacer un discurso de bodas si el novio no te cae bien, pero estos no son aplicables en caso de que el motivo de que no te caiga bien tenga que ver con que es ciertamente terrible para tu amiga, como casos en que no esté siendo bien tratada. En estos casos, lo mejor es que se lo digas suavemente y abiertamente, porque son casos extremos. Pero hay veces que la personalidad del novio simplemente no cuadra con la tuya, no te gustan sus gustos, su forma de ser y no comprendes qué demonios ve en ese chico. Tranquila, esto suele pasar, así como el hecho de tener que hacer un discurso sobre su adorable amor, cuando en realidad te dan ganas de vomitar. Toma nota de los mejores consejos para hacer este pesado discurso.
1. Finge que no existe
Sí, puede sonar un poco aterrador, pero piensa ¿de quién eres amiga? Realmente puedes contar miles de anécdotas divertidas y encantadoras de tu tu amiga y finalizar con un «y entonces conoció a…, que es verdaderamente un tipo único de hombre». Te quedas tan ancha, lanzas una sonrisa que seguro que se contagia al público y brindas.
No tengas vergüenza de que tu amiga se dé cuenta, tampoco puedes hacer mucho si no soportas a su novio. Las cosas como son. Al final tu amiga entenderá que a pesar de todo tú le has demostrado tu amor haciendo un bonito discurso y lo dejará pasar. Además, si hay más damas de honor que se levantarán a dar discursos, el tuyo quedará desapercibido en medio de todo el follón de la boda.
2. Habla de una cosa que le guste a él
Si te parece demasiada extrema la opción anterior y prefieres incluirle un poquito, busca algo que le guste a él e inclúyelo en tu discurso. Incluso alomejor hay algo que os une, como el gusto por el tenis o el fútbol… Úsalo para hacer un discurso que pueda uniros como amiga de la novia. Puedes hacer un chiste comparándolo con Nadal o incluso referirte a vuestra afición al mismo equipo.
3. Ríete de vuestra mala relación
Si es un secreto a voces que no os lleváis demasiado bien, ríete de ello y úsalo para hacer un discurso desternillante. No ignores lo obvio y trata de jugar con esas cosillas que definitivamente no te gustan. Y si piensas que no trata bien a tu amiga, puede ser una forma de hacérselo saber en clave de humor… porque al fin y al cabo es cierto. Una buena idea puede ser: claves para tratarla bien durante vuestro matrimonio. Así le das una pequeña lección.
4. Decir algo que suene bien pero no tiene sentido
Si el discurso ya toca a altas horas de la noche cuando todos (incluído tú) estáis borrachos, lo mejor es que no te compliques y simplemente digas cosas que siempre suenan bien: como lo guapa que está, lo feliz que quieres que sea y que esperas que tengan un bonito futuro. No te compliques.
5. Hablar de cuando sabías que ella se estaba enamorando de él
Si sois amigas habrás vivido el proceso de enamoramiento desde el principio, y aunque sigas sin entender por qué lo eligió, lo cierto es que lo eligió. Es una forma de evitar hablar de él pero hablando de él de alguna manera y para tu amiga será muy emotivo cuando recuerde esas conversaciones íntimas donde te contaba qué es lo que le atraía de él, su primer regalo de San Valentín que le sorprendió o lo emocionada que estaba al mostrarte su anillo de compromiso.
En definitiva, concéntrate en las cosas buenas (si sólo las ves en ella, pues habla sólo de ella) y saca lo malo del discurso. Ella lo comprenderá y siempre te ca a querer, y tal vez él se quede un poco pensativo al respecto, pero ¿qué importa?. Y si la cosa tiene un poco de arreglo, deja atrás esos sentimientos que se retuercen en tu estómago y dales vuelta, porque lo quieras o no, tu amiga se va a casar. Durante años tendrás que hacer un esfuerzo por llevaros bien, así que quizás este discurso es el momento de empezar a hacerlo. Al fin y al cabo, una buena amiga apoya las elecciones de sus amigos.
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