¿Cómo elegir a tus damas de honor?

Ser dama de honor en una boda es toda una responsabilidad, un papel que las novias suelen reservar para sus hermanas o mejores amigas. Las damas de honor son además una ayuda importante para organizar los preparativos de la boda, ya que estarán encantadas de involucrarse. El día del enlace, las damas de honor serán las encargadas de ayudar a vestir a la novia, acompañarla hasta el altar y, durante el banquete, repartir los regalos, entre otros cometidos. En pocas palabras, las damas de honor son algo similar a los asistentes personales de la novia. Por supuesto, una de las fotos más esperadas, después de la de los recién casados, es la de la novia con sus damas de honor. ¿Cómo elegirlas? Vamos a ver algunos sencillos consejos que nos ayudarán a acertar.

El primer consejo para toda novia es que debe ser ella la que elija a sus damas de honor, y éstas deben ser personas de su confianza y a las que, con este gesto, demostrará todo su cariño y agradecimiento por acompañarla en un día tan especial. Toda novia tiene, a buen seguro, el nombre de una o varias destinatarias fijas del papel de dama de honor. Por norma general, aunque como hemos señalado todo dependerá de cada novia, a la hora de elegir a las damas de honor se sigue el siguiente orden (primero el parentesco y luego la relación de amistad):

• Las hermanas de la novia
• Las hermanas del novio
• Las amigas de la novia

¿Cuántas damas de honor deben acompañar a la novia? Nunca deben ser menos de dos y, lo aconsejable, es que no sean más de seis.

La tradición de las damas de honor

¿De dónde viene la tradición de las damas de honor? Aunque su cometido ha cambiado, lógicamente, con el devenir de los tiempos, lo cierto es que origen se remonta a la antigua Roma. Estas mujeres eran las encargadas de escoltar y proteger a la novia durante su viaje hasta el lugar donde estaba el novio. En aquel entonces, para asegurar mejor su protección, se vestían igual que la novia. Hoy, en cambio, las damas de honor deben vestir iguales entre ellas, pero nunca del mismo color ni con el mismo traje que la novia.

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