Para conseguir unas pestañas de infarto no necesitas la mejor máscara, necesitar aplicarla correctamente. Esto son los errores más comunes al fijarla.
Sin duda la máscara de pestañas es el cosmético más importante en nuestra rutina de maquillaje. No importa si optamos por un look natural o atrevido, el toque final, la guinda del pastel y el broche de oro, lo pone la máscara de pestaña. Si queremos convertir nuestra mirada en la protagonista absoluta de nuestro rostro, este es el mejor complemento de belleza para conseguirlo. Solo hay que saber escoger cuál es el más adecuado para tus ojos y aplicarlo correctamente, sin cometer errores.
En lo últimos años las pestañas se han convertido en nuestra obsesión. Les dedicamos la especial atención que merecen, utilizamos sérums para que crezcan, tratamientos, extensiones, y siempre estamos buscando la mejor máscara. Sin embargo, no necesitamos invertir mucho dinero, para conseguir unas pestañas de infarto. Pues de nada sirve dar con el mejor rímel del mundo si cometemos ciertos errores a la hora de aplicarlo.
Los cinco errores más comunes al aplicar la máscara de pestañas
Uno de los errores más comunes, y que seguro, tu también has cometido inconscientemente, es devolver el exceso de producto al bote. Cuando abrimos la máscara de pestañas, antes de aplicarla solemos retirar el producto que se acumula en la punta. Al hacer esto el sobrante del rímel tenderá a quedarse adherido al punto de salida del recipiente, secándose y taponando el acceso.
Otro de los errores en los que solemos caer, especialmente cuando nos queda poca máscara de pestañas es meter y sacar el cepillo repetidas veces. Un gesto que paradójicamente es el responsable de que se reseque el producto. Pues provoca que entre aire en el recipiente y el producto oxide con mayor velocidad.
Aplicar demasiado producto, es algo que solemos hacer cuando buscamos una mirada infinita. Sin embargo, cometer este fallo es lo que provoca el efecto contrario. Para conseguir unas pestañas XL, es mejor aplicar varias capas para ir construyendo el look deseado. Por otro lado, debemos evitar aplicar la máscara de abajo hacia arriba. La forma correcta es de la raíz a las puntas y en zigzag.
Por último, olvidar que la máscara de pestañas tiene fecha de caducidad, es otro de los grandes fallos que solemos cometer. Los maquilladores profesionales recomiendan cambiar de rímel cada 6 meses. Si antes de este tiempo la encuentras un poco seca, puedes probar a añadir unas gotas de suero fisiológico.
