Nos encontramos en la época dorada del selfie. Miles de fotografías son compartidas cada día en las redes sociales para mostrar nuestros mejores momentos: estando en la playa con los amigos, disfrutando de una cena romántica o simplemente porque nos vemos bonitas. Parece que todos están contentos con la apariencia física que lucen en las fotografías, pero hay personas que no lo están tanto, y es que muchas personas nos vemos peor en las fotos que en el espejo. ¿Eres tú una de ellas? Te contamos a qué se debe.
¿Por qué no me veo igual en las fotos que en el espejo?
Seguro que alguna vez te ha pasado que has visto una fotografía tuya y has sentido que te ves horrible, pero todo tu alrededor asegura que sales bien. Con la aparición de las redes sociales hace algunos años, ver que tus amigos te habían etiquetado en una nueva imagen a veces suponía todo un sobresalto. Lo primero que piensas al ver esa fotografía es si en realidad eres menos atractiva de lo que te pareces al mirarte al espejo, pero va más allá del propio aspecto físico.
Existe un fenómeno psicológico llamado efecto de la mera exposición, el cual explica que desarrollamos una preferencia por aquellas cosas que solemos ver más a menudo; es decir, que nos resultan familiares. Mientras que las fotografías eran algo que hacíamos de forma muy esporádica, mirarnos al espejo es algo que hacemos continuamente para peinarnos, maquillarnos, probarnos un nuevo conjunto de ropa o, simplemente, ver qué tal vamos antes de salir a la calle. Esto hace que la imagen mental que tienes de ti misma es la que observas en el espejo.
Como bien sabes, se trata de una figura espejada, por lo que al ver una fotografía en la que se te ve tal y como eres en realidad, te resulta muy extraño y te da la impresión de que destacan más tus imperfecciones. Por supuesto, ocurre lo mismo al contrario: al resto de personas les resulta poco familiar ver tu imagen espejada y siempre preferirán la real.
Con la llegada de los selfies, este efecto es mucho más fácil de comprender. Te habrás dado cuenta de que al utilizar la cámara frontal la imagen acaba girándose, y muchas veces no nos vemos tan favorecidas como cuando estábamos posando, por lo que hacemos varias hasta encontrar la que más nos guste. No obstante, esta nueva moda hace que nos expongamos más a nuestra imagen real, por lo que probablemente acabemos familiarizándonos tanto con nuestra imagen real como con la espejada.
En resumen, el motivo principal por el cual te ves extraña en las fotografías es el espejo, y una de las mejores formas de contrarrestarlo es haciéndote más fotografías y adaptándote a tu imagen real. ¡Te verás preciosa en las fotos y en los espejos!
¿Qué te ha parecido esta curiosidad? Te recomendamos que eches un vistazo a los selfies de los VIP enamorados y a los selfies más vergonzosos de la red.