Mantener los labios carnosos ha sido una obsesión para muchas mujeres en todo el mundo. Te enseñamos cómo hacerlo de forma sencilla.
Los cánones de belleza son uno de los baremos más arbitrarios impuestos por la humanidad. Porque sí, somos enteramente responsables de su instauración en la sociedad, tanto aquellas personas que los propugnan y los alimentan como aquellas que se limitan a aceptarlos, algunas con orgullo, otras con profunda resignación. Al fin y al cabo, esta aceptación forma parte de un pacto tácito e inconsciente entre el ideal de belleza que siempre se persigue y la sociedad.
De este ideal, contrariamente alas creencias populares, no tienen la culpa los artistas. Fidias o Policleto, que descollaron como dos de los mejores escultores de su tiempo y se consolidaron como referentes en la escultura de los siglos posteriores, no representaron a mancebos desnudos porque ellos mismos aspiraran a sentar cátedra. Lo hicieron simplemente obedeciendo a la moda, siguiendo su ineludible estela.
Muchos siglos después le llegaría el turno a la mujer. Si los griegos se encargaron de perfilar el ideal masculino, probablemente fuera el gótico el que tejiera los primeros hilos del ideal femenino, de esa mujer irresistible por la que los hombres consideraban que valía la pena pelearle e incluso estrangularse. Hoy en día, la imagen de la femme fatale ha ido cayendo poco a poco en desgracia por sus connotaciones de cosificación, pero de ella hemos conservado algunos rasgos que no pueden faltar en el rostro de una mujer que se presupone hermosa: una forma facial ovalada, una tez ligeramente pálida pero sin resultar enfermiza, ojos grandes y de mirada profunda, nariz recta, orejas pequeñas, cabello bien cuidad y sí, también labios carnosos. Te enseñamos a mantenerlos de esta manera en casa sirviéndote de este sencillo truco que nunca falla.
El truco para unos labios irresitibles y carnosos
Al contrario de lo que pueda parecer, la mejor forma para conservar un buen volumen de labios no pasa por inyecciones de ácido hialurónico, si bien es posible esta opción, ni tampoco por complejas exfoliaciones periódicas que no todas tienen tiempo de realizar. La mejor forma pasa por mantener los labios hidratados.
Para ello, basta con humedecerlos durante unos segundos cada vez que bebamos agua o que nos apliquemos cacao si no tenemos a mano una botella o vamos a pasar largo rato sin beber. De esta manera, no se perderá el volumen y podremos seguir aplicándonos tratamientos alternativos y distintos productos si así lo deseamos.