Nadar en agua fría tiene múltiples beneficios para nuestro cuerpo. Pero este deporte tan refrescante también funciona como un ritual de belleza.
En verano quien tiene una piscina o una playa cerca tiene un tesoro. Con el aumento de las temperaturas y las olas de calor que se intensifican y alargan más cada mes, resulta casi imposible no querer pasar el día en el agua. Los suertudos que dispongan de playa o piscina a mano tienen la combinación perfecta sin saberlo. Ya que pueden convertirlas en un gimnasio y un salón de belleza a la vez. Te contamos por qué.
Si eres de esas personas a las que le encanta ir a la piscina o a la playa pero no sé mete en el agua porque está demasiado fría, estás cometiendo un gran error. El agua fría ofrece numerosos beneficios a la hora de perder peso, reducir imperfecciones o disminuir los poros.
Cinco beneficios de nadar en agua fría
Elle Macpherson y Kendall Jenner no se equivocan con el método que siguen para incrementar el rendimiento deportivo, reforzar el sistema inmunitario o dormir mejor. Este es el método Wim Hof. Aunque la realidad es que la idea de introducirse en una bañera con hielo, quizás es demasiado fuerte para aquellos que no vivimos de nuestro cuerpo ni nuestra imagen. Al resto de mortales nos basta y nos sobra con nadar en las temperaturas bajas de las playas del océano Atlántico.
Nos ayuda a perder peso. En este caso la temperatura es lo de menos, nadar es un deporte muy completo para nuestro cuerpo, por eso nos ayuda a perder peso, al tiempo que tonifica la musculatura. Respecto a la forma de nadar y el estilo, todos nos resultan válidos, aunque si lo que se busca es quemar calorías, los estilos a braza y mariposa son los más efectivos. Puedes llegar a quemar entre 1000 y 1200 calorías por hora. Además si eliges una playa o una piscina con el agua fría conseguirás quemar más calorías. El motivo es muy sencillo, al nadar en frío aumentamos nuestro gasto calórico, pues el cuerpo necesita quemar más energía para mantener su temperatura.
Reduce la celulitis. Tener celulitis es lo más común que hay, más de un 90% de la población tiene, con lo que no debe acomplejarnos, ni preocuparnos en exceso. No obstante, nadar en agua fría favorece la circulación en áreas propensas a la celulitis, contribuyendo a reducir su apariencia y mejorando la textura de la piel. Además, también reduce la inflamación de las piernas y alivia la piel.
Estimula el sistema linfático. El verano es, junto con la Navidad, una época de excesos. Pues bien nadar en agua fría también nos ayuda en este sentido, ya que estimula el sistema linfático provocando un efecto «detox». Ya que dicen los expertos promueve la eliminación de desechos y mejorando la función inmunológica.
Disminuye los poros. La realidad es que los poros no pueden reducir su tamaño, pero sí su aparición. El objetivo pasa por mantenerlos totalmente limpios para evitar la sobredilatación. Aquí es donde nadar en agua fría nos ayuda, pues disminuye la acumulación de suciedad y grasa en la piel y reduce la posibilidad de imperfecciones cutáneas.
Tiene propiedades antiedad. El agua fría provoca la contracción de los vasos sanguíneos, lo que da como resultado una piel más firme y de aspecto revitalizado. Por otro lado, estimula la producción de colágeno disminuyendo la aparición de líneas de expresión y arrugas.
Todos estos beneficios nos trae nadar en agua fría, así que la próxima vez que vayas a la piscina o a la playa y esté fría, recuerda bien todas estas propiedades y métete en el agua sin pensarlo dos veces.
