El eyeliner blanco es un cosmético de doble filo. Por un lado es capaz de resaltar nuestra mirada y de darle un brillo especial a nuestros ojos; pero, por el otro, puede llegar a resultar muy poco natural. Como todo en la vida, inclinar la balanza hacia un lado u otro depende de nuestra destreza y el empeño en mejorar nuestras habilidades. Si quieres disfrutar de toda la potencialidad de tu eyeliner blanco, no te pierdas nuestros consejos sobre cómo y cuándo usarlo para obtener sus mejores resultados.
¿Cómo usar el eyeliner blanco?
El eyeliner blanco no deja de ser un delineador normal y corriente, pero el color tan llamativo puede llegar a crear un contraste muy notorio que acabe resultando poco favorecedor. Por ello, deberemos tener especial cuidado a la hora de aplicarlo.
Una característica clave del eyeliner blanco es que aporta una luminosidad sin igual a la mirada. Puedes aplicarlo como tu eyeliner negro habitual, pero nosotras te recomendamos que te centres principalmente el lagrimal y el rabillo del ojo. Añadiéndolo en estos dos puntos conseguirás un resultado mucho más natural y, sin duda, tus ojos disfrutarán de un brillo especial.
No obstante, tenemos que decirte que este cosmético tiene otros usos que escapan del maquillaje de ojos y que resultan muy favorecedores. ¿Te gustaría conocerlos? Te mostramos todas las situaciones en las que podrás utilizarlo.
¿Cuándo usar el eyeliner blanco?
- Si tienes los ojos claros.
Sentimos decirlo, pero el eyeliner blanco aplicado como un delineado habitual queda especialmente armonioso en aquellos rostros pálidos que posean ojos verdes, azules o miel. Pero esto no quiere decir que las mujeres de ojos oscuros no podamos utilizarlo, ¡todo lo contrario! De hecho, utilizándolo bien podemos obtener resultados mucho más notorios y aportar luz extra a nuestros ojos. - Si tus ojos son pequeños.
Al contrario que ocurre con el negro, el eyeliner blanco aporta luminosidad a la mirada, lo que potencia el efecto de unos ojos más grandes. Para disfrutar de este efecto únicamente tendrás que aplicarlo igual que tu eyeliner negro, pero incidiendo en el lagrimal y el rabillo del ojo para dar toda la luz posible. Eso sí, si buscas un resultado mucho más natural te recomendamos que únicamente lo apliques en la línea de agua del párpado inferior. - Si estás cansada.
El cansancio merma nuestra belleza y los ojos son los primeros afectados. Si notas que tu rostro está apagado y falto de vitalidad, agrega una pizca de eyeliner blanco en el lagrimal. ¡Te darás vida con un único toque! - Si quieres potenciar la sombra de ojos.
Algunas sombras de ojos pueden resultar un tanto apagadas y tan sutiles que parece que no nos hemos maquillado. Para resaltar su efecto, puedes reforzarlas o sustituirlas por un delineado con el eyeliner blanco. El resultado será mucho más notorio y mucho más elegante. - Si quieres delinear tus cejas.
¿Creías que el eyeliner blanco solo servía para los ojos? Aplica un poco justo bajo el arco de tus cejas y difumínalo para resaltar su forma. Harás que se vean perfectas gracias al toque luminoso tan favorecedor que aporta. - Si quieres eliminar imperfecciones.
Hay ciertas marcas de la piel que resultan muy difíciles de disimular, como las cicatrices de acné o las manchas rojas. En ambos casos puedes aplicar un poco de tu eyeliner blanco, difuminarlo y aplicar sobre este la base de maquillaje. ¡Disimularán muchísimo!
¿Qué te ha parecido este artículo? Te recomendamos que también eches un vistazo a cómo hacer tu propio delineador de ojos casero DIY.