La actriz y empresaria estadounidense Eva Longoria reveló este verano una particularidad inesperada que la acompaña al lugar donde vaya.
Eva Longoria ya sabe lo que es destacarse como actriz, como empresaria y como directora de cine. También sabe lo que es brillar en distintos países y que su figura ocupe la portada de las revistas más prestigiosas de la moda. Sabe cómo es lidiar con la prensa del corazón, ya que sus relaciones amorosas trascendieron la vida privada: estuvo casada con Tyler Christopher (estrella del programa General Hospital) y con Tony Parker (estrella de la NBA), se vinculó sentimentalmente con JC Chasez, del grupo NSYNC, y está ahora comprometida con el empresario José Antonio Pepe Bastón Patiño, quien supo ser presidente de Televisa. Sin embargo, entre tantas particularidades y tanta exposición, había un secreto que mantenía muy escondido…
Ese secreto tan bien cuidado se desveló este verano, en una entrevista con la revista Vogue. Se desveló casi sin querer, como un dato menor que, súbitamente, cobra importancia. La estadounidense, de 48 años, confesó que en su bolso debe tener siempre un objeto “para una emergencia”.
El objeto “más preciado” para Eva
En una adivinanza, quizá, nadie hubiera ganado. Es que el objeto que Eva Longoria lleva siempre en su bolso es un sacacorchos. Así, como se lee. “Siempre tengo una cosa así para abrir el vino porque, si hay un ´emergency´, estoy lista para abrir el vino”, explicó la famosa empresaria en la revista Vogue. Y agregó, con humor: “Van a pensar que soy una ´alcoholic´”.
La actriz estuvo este verano por España para promocionar “Flamin Hot: La historia de los Cheetos picantes”, su primera película como directora. Y, entre promociones y descanso, dio más detalles sobre una de sus curiosas costumbres: “En el verano, yo tomo más vino blanco o rosado, no me gusta el vino tinto con la cena, me gusta tomar antes de la cena como un cóctel cuando la gente está tomando cóctels. También me encanta el tequila porque soy mexicana. Tomar un cóctel de tequila y luego un poquito de vino tinto”.
Además del “preciado” sacacorchos, Eva contó que tiene también la rutina de llevar siempre “miel para endulzar los tés que la acompañan en los aviones”. ¿Te la imaginabas así?