La sombra de ojos es uno de los complementos de maquillaje más comunes. Te explicamos cómo utilizarla de la mejor manera
La sombra de ojos es uno de los complementos de maquillaje preferidos por la mayoría de mujeres. Sin embargo, aunque pueda parecer uno de los más elementales, lo cierto es que su aplicación es más importante de lo que puede aparentar. De hecho, para algunas mujeres es bastante problemática. Esto se deba que, si no se traza bien el recorrido, nuestros ojos pueden ser víctimas del llamado «efecto mapache».
El «efecto mapache» se produce cuando otorgamos a nuestra mirada mucha más profundidad de la que pretendíamos. Si a esta circunstancia se le suma el despiste de no emplear un difuminados, el resultado, nunca mejor dicho, salta a la vista. Nuestros ojos parecen estar hundidos en dos cavidades oscuras como dos pozos insondables. Para que esto no te vuelva a ocurrir, desde ella-hoy.es te enseñamos la forma correcta de aplicarte la sombra de ojos sin complicaciones.
Lo primero que des hacer es aplicar una prebase sobre el párpado. Esto hará que el maquillaje dure más tiempo y que no se cuartee. Puedes obtenerlo en formato líquido o como crema en color carne, de forma que se disimule lo máximo posible. Además, los de buena calidad otorgan un ligero brillo a las pupilas.
El siguiente paso es escoger la sombra en cuestión. Para ello se deben seleccionar tres colores que pertenezcan a la misma gama cromática, de otra forma no se conseguirá el efecto deseado. La mejor opción es colocarlos de forma que los más claros preceden a los más oscuros. Posteriormente se debe deslizar la brocha por el párpado móvil -el inferior- y difuminarlo a continuación para lograr un resultado lo más natural posible.
El difuminado final
El siguiente paso es seleccionar el tono más oscuro y extenderlo sobre la esquina externa de la cuenca del ojo, justo donde termina el hueso. Es importante que el difuminado sea especialmente suave en esta zona para evitar posibles cortes. Después utiliza el difuminador para unificar las sombras anteriores y dar la sensación de continuidad entre ellas.
El color más claro corresponde al tono más claro, que debe emplearse para iluminar el lagrimal y el arco de la ceja. De esta forma tendremos una escala completa que parte de más oscuro y concluye con los pigmentos más luminosos de la paleta que hemos escogido.