Durante muchos años el aumento de pechos ha sido una de las operación más demandas por las mujeres. Según las tendencias cosméticas este año el protagonismo no lo tendrán los pechos, sino los pezones. A continuación, os contamos qué es y qué implica la cirugía de reducción de pezones. Las mujeres acomplejadas por unos pezones grandes, podrán reducirlos si están dispuestas ha someterse a una cirugía plástica.
Cirugía de reducción de pezones
Una de las cirugías más populares entre las mujeres es el aumento de pecho, pero este año es tendencia la cirugía de reducción de pezones. Según un estudio de Plastic Surgery Group, una prestigiosa organización de cirujanos de Reino Unido, la operación de reducción del pezón será la intervención estrella del año. Este equipo ha visto un aumento del 30% en mujeres que piden un pezón más pequeño.
Para averiguar el origen de esta tendencia realizaron un encuesta a 131 personas para conocer su ideal de belleza en cuanto al tamaño de los pechos y los pezones. El equipo averiguó que los pacientes con pezones pequeños tenían un atractivo mayor que los que tenían los pezones más grandes. El estudio muestra que los pezones que ocupan el 50% de la mama son calificados de demasiado grandes.
¿Qué es y qué implica la cirugía de reducción de pezones?
La operación para realizar la reducción de pezones se considera una cirugía menor. Dura unos 45 minutos y se necesita anestesia local. Además, implica una hospitalización ambulatoria y eventualmente sedación si se realiza junta a otra operación mamaria. Es una operación que se pueden hacer tanto en hombres y mujeres. Normalmente se realiza cuando se aumentan o se reducen los senos, aunque se puede realizar de manera individual.
Con esta intervención, también se puede reducir la areola mamaria, lo que disminuye el tamaño de la piel pigmentada que se encuentra alrededor del pezón. La cirugía de reducción de pezones es compatible con la lactancia.
La operación consiste en retirar una capa de piel delgada superficial que tiene una mayor pigmentación y se satura con un hilo casi invisible para evitar cicatrices. Antes de realizar esta operación debes ver con el cirujano el diseño del pezón con la mama para que todo el conjunto sea armonioso.
En principio, esta cirugía se considera segura, pero debes tener en cuenta que el área del pezón es la parte más sensible de la mama y el cuerpo, por lo que operación debe realizarse por un profesional cualificado de dicha especialidad. El paciente pude retomar sus actividades 24 horas después de la operación, pero sin realizar esfuerzos físicos. Después de unos 10 o 15 días se puede hacer ejercicio con normalidad. La cicatriz que deja la operación en la base del pezón pasa totalmente desapercibida.
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