Yoga Curvy: La tendencia que demuestra que el yoga no tiene nada que ver con el peso

El yoga es una disciplina que pisa fuerte, y no en vano el número de yoguis no deja de crecer cada año. El yoga reporta numerosos beneficios para la salud física y emocional, como por ejemplo, aumentar la agilidad y flexibilidad, liberar estrés y ansiedad, reforzar las defensas, fortalecer la musculatura, mejorar el estado de ánimo y aumentar la autoestima. El yoga ayuda a mantenerse en forma e, incluso, a adelgazar. Beneficios al alcance de cualquiera, porque el yoga es una disciplina apta para todas las edades y que, como veremos, no tiene nada que ver con el peso o talla en respuesta a la creencia errónea de que el yoga solo pueden practicarlo las personas delgadas. Todo lo contrario, y la prueba se llama yoga curvy, una nueva tendencia que ha llegado desde Estados Unidos de la mano, por ejemplo, de Anna Guest-Jelley, fundadora de Curvy Yoga.

Yoga para tallas grandes

La principal ventaja del yoga es que es una práctica que se adapta a nosotros, y no al revés. El peso, o la altura, no tiene que ser un problema, ya que hay múltiples posturas y variantes que podemos poner en práctica para obtener los mismos beneficios a nivel físico y mental. En otras palabras, tener unos kilitos de más o usar una talla grande no es un obstáculo para practicar yoga. Se trata de diseñar un plan de ejercicios adaptados a nuestra complexión y a nuestras necesidades, de tal manera que resulte una actividad divertida y relajante. Ser delgada o gorda no debe ser un condicionante para renunciar a la práctica de algo que nos gusta y al mismo tiempo nos reporta beneficios para la salud. Si te interesa practicar el yoga, adelante. Cualquier persona que se inicie en el yoga necesita un poco de práctica y aprendizaje de las posturas y ejercicios, así que no tires la toalla antes de tiempo.

Posturas yoga curvy

  • Empezamos por la postura o asana denominada Viparita Karani Mudra, perfecta para corregir malas posturas, y a la que también se le atribuyen otros beneficios como ayudar a regular el funcionamiento de la tiroides, uno de los motivos que pueden estar detrás del sobrepeso. Nos tumbamos en el suelo, apoyando la espalda recta, y levantamos las piernas colocándolas en la pared, haciendo un ángulo de 90 grados. Estiramos los hombros, y respiramos. A continuación, doblar las rodillas ligeramente y mantener la postura unos segundos.
  • Postura del arado: También denominada Halasana, mejora la columna vertebral y fortalecer piernas, glúteos y abdomen. Nos colocamos en el suelo, con las piernas juntas, los brazos estirados a lo largo del cuerpo, con las manos hacia abajo. Inhalamos, y apoyándonos en las manos, elevamos las piernas por encima de la cabeza. La idea es tocar el suelo con los dedos de los pies.
  • Dhanurasana: Nos colocamos boca abajo, con las piernas estiradas y los brazos pegados al cuerpo. Levantamos una pierna, y con la ayuda de las manos, sujetamos el tobillo. Mantener la postura unos segundos antes de recuperar la posición inicial. Repetir con la otra pierna.

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