Si no quieres compartir tus vacaciones con virus y bacterias e, incluso, traértelos en la maleta de vuelta, planifica con tiempo el viaje y acude a los centros especializados para tomar medidas profilácticas. Toma nota de las vacunas necesarias para viajar a diferentes países.
Según datos de la Asociación Española de Vacunología, más de la mitad de los viajeros hace las maletas sin informarse sobre las vacunas recomendadas. Si estás planificando viajar a algún país de África, Centroamérica o Sudamérica, el sudeste asiático, Europa oriental, Oriente Medio, China o Islas del Pacífico debes tomar precauciones.
Y es que, si no quieres comprometer tu salud, es fundamental conocer los riesgos asociados a los viajes, especialmente cuando se viaja a zonas tropicales o subtropicales donde la incidencia de enfermedades infecciosas como la malaria sigue siendo elevada, y pedir asesoramiento, al menos un mes antes, en los Centros de Vacunación Internacional autorizados. Un mes es el plazo para lograr una aceptable inmunización; es decir, el tiempo medio necesario para que una vacuna genere una respuesta inmunitaria protectora es de 10 a 14 días, si bien en algunos casos son necesarias para varias dosis para lograr una adecuada respuesta del sistema inmunitario.
Precauciones dietéticas
Muchas enfermedades infecciosas (como la brucelosis, cólera, hepatitis, fiebre tifoidea, malaria…) se transmiten a través del agua y los alimentos o por picaduras de mosquitos. Por ello, además de beber agua embotellada, también es aconsejable lavarse las manos con frecuencia y siempre antes de comer, no consumir alimentos crudos o frutas sin pelar, evitar los cubitos de hielo en agua y refrescos, evitar las salsas o comestibles que se vendan en la calle y proteger las partes expuestas del cuerpo con repelente para insectos.
Las vacunas recomendadas
Para viajar por Europa no es obligatoria ninguna vacuna en especial. Sí se requiere vacunación para viajar a otras zonas del planeta. Así, si el destino son los países tropicales y subtropicales, hay que vacunarse contra la malaria, una enfermedad infecciosa provocada por la picadura de un mosquito. Hay que acudir inmediatamente al médico si unan semana después de la llegada a la zona aparece una fiebre inexplicable que puede ir acompañada de otros síntomas como dolor de cabeza, dolores musculares, vómitos, flojera, tos o diarrea.
Para entrar en algunos países de África y América del Sur es obligatorio vacunarse contra la fiebre amarilla (en una sola dosis al menos 10 días antes de la salida). La fiebre amarilla es un proceso vírico que se contrae por la picadura de un mosquito y produce una enfermedad febril de incubación rápida (entre 3 y 6 días). Comienza de forma brusca, con fiebre, dolor de cabeza y muscular.
Las vacunas orales contra el cólera pueden estar indicadas cuando se viaja a determinadas zonas de África, sudeste asiático y Centro y Sudamérica. Se trata de una enfermedad bacteriana intestinal aguda, transmitida por tomar agua y alimentos contaminados. Además de la vacuna, la mejor forma de prevenirla es adoptar unas estrictas medidas higiénicas durante el viaje. Provoca una diarrea muy pronunciada que puede ocasionar una fuerte deshidratación.
La vacuna de la hepatitis B se recomienda a los viajeros que planean permanecer en estrecho contacto con la población local durante períodos de tiempo prolongados en áreas geográficas de alta endemicidad, como África, Sureste de Asia, Corea, Filipinas, Indonesia o la Amazonia.
Botiquín para viajeros
No pueden faltar desinfectantes, material de cura de fácil aplicación, crema solar, repelente de mosquitos y sales de rehidratación oral. También se recomienda llevar medicamentos contra la malaria, antibióticos, antidiarreicos y algún fármaco para combatir la fiebre. Y no olvides, el agua, siempre embotellada. Vamos a ver más detenidamente la lista del material y medicamentos imprescindibles en el botiquín del viajero:
- Material de primeros auxilios (vendas, gasas, esparadrapo, tiritas, algodón, termómetro, pinzas, tijeras, toallitas limpiadoras, guantes desechables, alcohol, soluciones antisépticas y desinfectantes).
- Medicamentos antiálgicos y antitérmicos (paracetamol, ibuprofeno y metamizos para la fiebre y el dolor).
- Antiácidos para molestias gástricas.
- Antibióticos de alto espectro recomendados por el médico y con pautas de administración (contra las infecciones).
- Antihistamínicos orales, corticoides y pomadas contras las reacciones alérgicas.
- Antiinflamatorios para el dolor articular y reumático.
- Pomadas antisépticas y cicatrizantes para casos de quemaduras.
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