Pica es el nombre que se le da al trastorno que provoca el deseo incontrolable de comer materiales extraños y que no tienen ningún valor nutritivo. Materiales como yeso, tiza, tierra, ceniza, pelo, lana o virutas de madera, entre otros. Curiosamente, este trastorno recibe este nombre porque en latín se utilizaba el término Picapica para llamar a las urracas, ave que puede llegar a ingerir casi cualquier cosa.
En el caso de los niños, hasta los 3-4 años, es normal que se lleven cosas a la boca, por lo que hasta después de esa edad no se considerara un trastorno. La causa que lo provoca sigue siendo una pregunta sin respuesta, si bien algunas teorías apuntan a que podría deberse a un retraso de la maduración de la infancia que fijaría este hábito o a la carencia inconsciente de algún nutriente, en especial de hierro o de zinc. También puede aparecer después de un periodo prolongado de ayuno o cuando se produce una pérdida del sentido del gusto o del olfato. En el caso de las mujeres, este trastorno puede aparecer durante el embarazo como variante de los antojos.
Lógicamente, lo más aconsejable es consultar al médico para iniciar el tratamiento más adecuado para solucionar el problema. No todas las personas que lo padecen recurren al médico, generalmente por un sentimiento de vergüenza. De hecho, suelen ingerir este tipo de materiales extraños a escondidas, notando una sensación de alivio cuando lo hacen. Sin embargo, conviene superar esta vergüenza ya que este trastorno puede provocar complicaciones, al estar ingiriendo sustancias que al organismo le resultan extrañas y que ocasiones tendrá dificultades para digerir.
Síntomas
Este trastorno puede provocar síntomas como náuseas, vómitos, diarreas, dolor abdominal, y alteraciones del sentido del gusto y del olfato. Entre las complicaciones que pueden presentarse, la principal es la perforación gástrica o intestinal, obstrucción intestinal e infecciones.
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