Trastorno bipolar: La asignatura pendiente del diagnóstico. Y es que los expertos han puesto encima de la mesa una cifra preocupante, casi la mitad de las personas con trastorno bipolar, un 49% en concreto, está sin diagnosticar, a lo que hay que sumar que en más del 30% de los que sí conocen su enfermedad han conviven con ella más de diez años antes de tener un diagnóstico certero. Son algunos de los datos expuestos en la novena edición del Seminario Lundbeck celebrada bajo el título de El desgobierno de la mente.
Pese a los avances en investigación y tratamiento, el trastorno bipolar sigue lanzando retos a los especialistas e investigadores. El diagnóstico, sobre todo en las fases iniciales de la enfermedad, es ahora uno de los objetivos para reducir las cifras, expuestas durante la celebración del IX Semininario Lundbeck, bajo el título El desgobierno de la mente, de pacientes que, pese a padecer trastorno bipolar no están diagnosticadas. Se estima, según datos de los expertos, que estamos ante una enfermedad que afecta a cerca de un millón de personas en nuestro país, sin embargo, también se estima que hay un 49% de personas sin diagnosticar. Asimismo, más del 30% no han recibido un tratamiento adecuado y un porcentaje similar ha convivido más de diez años con síntomas del trastorno bipolar antes de recibir un diagnóstico certero.
El trastorno bipolar, aunque tiende a ser crónico, es una enfermedad que tiene tratamiento (farmacológico y psicoterapéutico) y que, en un importante número de casos, permite llevar una vida normal. Un trastorno relacionado directamente con las emociones, y entre cuyas causas están los factores genéticos y ambientales. Un trastorno en el que pueden darse episodios de hipomanía o manía, así como fases de depresión en ocasiones prolongadas. De la euforia a la depresión de manera totalmente involuntaria, cambios repentinos en el estado de ánimo que pueden afectar a la conducta y al comportamiento. El trastorno bipolar no afecta a la inteligencia y nada tiene que ver con el carácter, ya que los pacientes no son capaces en determinados momentos de controlar sus emociones.
Los expertos también han subrayado la importancia de combinar el tratamiento con fármacos (los más comunes,los estabilizadores del estado de ánimo), con la terapia de psicoeducación, cuyo objetivo es enseñar al paciente a manejar y a convivir con el trastorno bipolar, de tal manera que le permita conocerla e identificar los episodios, modificar algunos hábitos o controlar el estrés. Según las cifras aportadas por los especialistas, la combinación de ambos tratamientos permite mejorar la calidad de vida del paciente, al tiempo que reduce tanto la aparición como la intensidad de los síntomas.
Es importante diagnosticar y tratar el trastorno bipolar, no solo por la enfermedad en sí, sino porque puede llevar pareja algunos trastornos asociados, como la obesidad, la diabetes, el síndrome metabólico o las enfermedades cardiovasculares. En los casos de trastorno bipolar, es muy importante, y así lo subrayan los médicos, evitar el abuso de sustancias como el alcohol. Problemas de salud que también se deben prevenir para mejorar la calidad de vida del paciente con trastorno bipolar.