Somos lo que pensamos. Los pensamientos, negativos o positivos, influyen no solo en la imagen que tenemos de nosotros mismos, sino en la manera de actuar, de comportarnos y de reaccionar a determinadas situaciones. De ahí la importancia de evitar los pensamientos negativos que, sin darnos cuenta, van minando nuestra autoestima y nuestra capacidad para demostrar nuestras habilidades. A través de las técnicas de visualización, basadas en el poder del subconsciente para cambiar actitudes y formas de actuar, podemos aumentar nuestra autoestima, para sentirnos más seguros y confiados.
La autoestima es lo que nos hace sentirnos seguros y capaces de enfrentarnos a los retos de la vida. La falta de autoestima no solo nos hará perder oportunidades, sino que puede tener consecuencias emocionales severas, ya que las personas con baja autoestima, además de tender a sentir tristeza o estados anímicos bajos, son más críticas consigo mismas. Para tener una autoestima fuerte debemos aprender a conocernos y a valorarnos, con nuestros errores y aciertos, porque en la vida se aprende de todo. Vamos a ver, paso a paso, cómo podemos cambiar la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Técnica de visualización positiva
- Lo primero que debemos hacer es elegir un lugar sin ruidos ni distracciones, en el que nos podemos sentir tranquilos y relajados.
- Elegir la postura en la que nos sintamos más cómodos (sentados, tumbados…)
- Relaja la mente, centrándola en la respiración durante unos minutos. Respira suave y profundamente y luego exhala el aire.
- Elige una serie de frases positivas para repetirte 5 veces seguidas. Por ejemplo: «Mi mente se llena de pensamientos positivos”, “voy a disfrutar del momento presente y a valorar las cosas buenas que tengo en la vida”, “soy una persona capaz de lograr lo que me proponga”, “tengo la confianza y la seguridad para sentirme cada vez mejor”.
- A continuación, visualiza en tu mente una situación cotidiana en la que te sientas valorada y eso te reporte seguridad, deteniéndonos unos minutos en esa sensación.
- Ahora, repasa la situación con la mirada deteniéndote en cada detalle o sonido que te haga sentir bien.
- Poco a poco vamos desvaneciendo la imagen, pero quedándonos con la sensación de bienestar que nos ha reportado.
- Para reforzar los resultados conviene repetir esta técnica durante varios días seguidos.
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