El trastorno por déficit de atención, que puede ir acompañado de hiperactividad e impulsividad, es un trastorno neuropsicobiológico que afecta a las funciones implicadas en tareas tan cotidianas como planificar, reflexionar antes de actuar, prestar atención u organizar los pasos a seguir para conseguir un determinado objetivo. Además, según datos médicos, siete de cada diez pacientes con TDAH padecen otros trastornos asociados como ansiedad, alteración del estado de ánimo, trastornos de aprendizaje y trastorno disocial. El TDAH, aunque es más frecuente en la infancia, también es un trastorno que puede persistir en la edad adulta. ¿Cuáles son sus causas?, ¿cómo reconocer sus primeras señales?, ¿qué hacer?
Causas El TDAH tiene un origen genético. De hecho así sucede en más del 70% de los casos diagnosticados en nuestro país. Sin embargo, su diagnóstico no es sencillo, ya que puede haber más de un gen implicado, los cuales a su vez pueden interactuar entre ellos. Además de la genética, hay otras causas a tener en cuenta a la hora de su diagnóstico preciso, como las perinatales, relacionadas con la etapa el embarazo y los primeros meses de vida. A esto hay que sumar otros factores como el consumo de alcohol y tabaco durante el embarazo o en casos de parto prematuro o sufrimiento fetal.
Síntomas y tratamiento en niños En el caso de los niños una marcada hiperactividad, las continuas rabietas, las dificultades para concentrarse e, incluso, para cumplir las normas, las distracciones con facilidad o el evitar las tareas que requieren un esfuerzo pueden hacernos sospechar de un posible caso de TDAH, el cual deberá ser confirmado o descartado por el especialista. El TDAH no se puede tratar únicamente con una terapia farmacológica, sino que es igual de importante la intervención en cuestiones relacionadas con la conducta del niño y que requieren la participación de los padres y profesores.
Síntomas y tratamiento en adultos El TDAH no aparece en la edad adulta, pero sí puede persistir desde la infancia, etapa en la que es fundamental evaluar los síntomas, el desarrollo y el nivel de deterioro funcional. Entre los principales síntomas de TDAH en adultos se incluyen la incapacidad para lograr resultados en sus estudios o trabajo, las dificultades para gestionar las responsabilidades diarias y los problemas en las relaciones sociales.
En el caso de TDAH en adultos lo más común es prescribir un tratamiento que combine terapia farmacológica y terapia cognitivo-conductual, así como programas de formación específicos.
La importancia de la nutriciónLo que comemos también tiene mucho que ver con este trastorno. Se trata, en este caso, de combatir a través de una alimentación adecuada síntomas como la hiperactividad, evitando en este caso, por ejemplo, el azúcar y la cafeína. Diversos estudios han constatado que las personas hiperactivas, si llevan a una dieta libre de aditivos y colorantes alimentarios, mejoran significativamente su comportamiento. Por su parte, se deben incluir en la dieta ácidos grasos Omega 3, aumentando el consumo de alimentos como el atún, el salmón, las nueces y el aceite de oliva.
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