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Siamesas: ¿Cómo han separado a Marta y a Nuria? Tienen apenas ocho meses y son las protagonistas de una de las operaciones de éxito y más importantes que se han llevado a cabo en nuestro país, en concreto en el Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona. Marta y Nuria eran hasta hace un mes siamesas, nacieron unidas por el abdomen y además compartían el hígado. Ahora, tras una operación de siete horas y en la que han participado médicos y cirujanos de diferentes especialidades, dan sus primeros pasos de manera independiente.
Son un caso entre 200.000. Marta y Nuria son siamesas. Nacieron unidas por la zona del abdomen y han compartido el hígado durante los primeros siete meses de vida. Hoy, tras someterse hace un mes a una complicada operación en la que han participado médicos y cirujanos de diferentes especialidades (cirujanos pediátricos, cirujanos plásticos, neonatólogos, obstetras, radiólogos, anestesistas, entreo otros), dan sus primeros pasos por separado, y sonríen ajenas a todo el revuelo que una noticia médica tan importante como la suya ha generado, un nuevo avance en en el campo de la medicina para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Una operación de siete horas de duración para separarlas y devolverles la oportunidad de llevar una vida normal e independiente. Durante la operación, tal y como explicaron desde el propio hospital Vall d’Hebrón,se separó las vísceras y el hígado de las pequeñas, así como la zona del abdomen y la parte baja del esternón.
Ha sido un largo camino. La malformación de Marta y Nuria fue detectada en la primera ecografía, a las doce semanas de gestación. Ya desde aquel momento se comenzó a planificar la que sería la intervención quirúrquica para separarlas definitivamente, pero antes las pequeñas debían nacer y alcanzar un mínimo de doce kilos de peso, para una mayor garantía de éxito de la operación. El parto, por cesárea, se realizó a los ocho meses de gestación. Marta y Nuria compartían también el cordón umbilical y con apenas 1,5 kilos de peso. Pero Marta y Nuria, como ya han demostrado, eran unas niñas fuertes, y en poco menos de un mes recibieron el alta médica.
Tras realizar todas las pruebas y estudios pertinentes para constatar qué órganos y partes del cuerpo compartían las pequeñas, se programó la operación, no exenta de riesgos y de complicaciones, pero superada con éxito. La prueba, dos niñas y felices y sonrientes que, unidas por el abdomen y el hígado, hubieran tenido que enfrentarse a numerosas incomodidades, además de los riesgos de salud, ya que una afección o problema grave en una de ellas, también hubiera afectado a la otra.
El centro hospitalario Vall d’Hebrón, aunque ya había llevado a cabo años atrás otros dos intentos fallidos de separación de siameses, se suma a los hospitales de La Paz de Madrid y al Doce de Octubre de Sevilla en los que también se han realizado con éxito operaciones de estas características.
