Sedentarismo: Tan perjudicial como el tabaco

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Sedentarismo: Tan perjudicial como el tabaco. La inactividad, o lo que es lo mismo, la falta de ejercicio físico va camino de convertirse en uno de los principales enemigos de nuestra salud y calidad de vida. Nos movemos cada vez menos y nos alejamos de un hábito saludable poniendo en serio riesgo nuestra salud, tal y como subrayan los médicos y especialistas que aseguran que los efectos para nuestro organismo de la falta de actividad física serían similares a los de fumarse un cigarrillo. Si unimos las dos cosas, el ser fumador y sedentario, calculen los riesgos a los que sometemos a nuestro cuerpo. Es hora de ponerse en forma.
 
Las enfermedades o trastornos cardiovasculares constituyen uno de los principales riesgos de la falta de ejercicio físico. De hecho, los médicos y especialistas aportan cifras que, al menos, deben invitarnos a la reflexión, y es que según un estudio (los resultados han sido recogidos por la revista Lancet) uno de cada diez fallecimientos en el mundo está relacionado con el estilo de vida sedentario. Un factor de riesgo de nuestra salud y nuestro bienestar al que no prestamos la debida atención pese a que practicar ejercicio físico nos ayuda a prevenir molestias o patologías como la diabetes, la hipertensión, la obesidad o los trastornos cardiovasculares. Problemas de salud a los que médicos añaden los mayores riesgos de padecer algunos tipos de cáncer, tales como colon, recto o cáncer de mama en el caso de las mujeres.
 
¿Llevas una vida sedentaria? ¿Cuánto tiempo dedicas a la práctica de ejercicio? Lo recomendable es practicar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana (desde dar un paseo a montar en bici o practicar natación), es decir, no menos de media hora cinco días a la semana. El sedentarismo es un enemigo de la salud, lo que dado la vuelta se traduce en que el ejercicio no solo nos hace sentirnos más activos, sino que es la mejor barrera contra enfermedades en las que se ha constatado que la práctica de actividad física ayuda a disminuir los síntomas. Así podemos citar la hipertensión, el síndrome metabólico, diabetes, problemas coronarios e incluso la depresión. De hecho, hasta ahora solo las enfermedades de tipo infeccioso se libran de los beneficios que le aporta a nuestro organismo sentirnos activos. Según datos médicos, se estima que un tercio de la población adulta en el mundo es sedentaria, lo que nos hace más vulnerables a padecer trastornos de salud.
 

Ejercicio físico: Beneficios

Más argumentos para levantarse del sillón. La falta de ejercicio físico agrava la carga de la patología es decir, agrava los síntomas y la duración. Conseguir justo el efecto contrario es cuestión de empezar a sumar a nuestros hábitos diarios la práctica de algún tipo de actividad física. Esto, en beneficios, se traduce en lo siguiente:

  • Menos riesgos de padecer patologías cardiovasculares.
  • El ejercicio físico previene la hipertensión y disminuye la tensión arterial en las personas hipertensas.
  • Reduce los riesgos de desarrollar diabetes de tipo 2, la más común.
  • Ayuda a la prevención de algunos cánceres como el de mama o de colon.
  • Ayuda a evitar los trastornos de sueño.
  • Evita los problemas de sobrepeso y mejora la función de músculos y articulaciones.
  • Ayuda a prevenir la ansiedad y la depresión, al tiempo que ayuda a liberar tensiones y a reducir el estrés.
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