Sedentarismo: consecuencias y riesgos para la salud

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El sedentarismo, o la falta de actividad física, es uno de los peores enemigos de nuestra salud. Hacer deporte de manera regular, como un hábito saludable más, no solo es una cuestión estética, para mantenerse en forma o cuidar el peso, sino también de salud. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad, y se asocia anualmente a 3,2 millones de muertes en el mundo. Para evitar las consecuencias y los riesgos para la salud, la OMS recomienda que los adultos realicen, al menos, 150 minutos a la semana de actividad física, como correr, nadar o caminar a un ritmo rápido. El ejercicio físico regular reduce el riesgo de enfermedades como el cáncer, la hipertensión, la diabetes y trastornos cardiovasculares.

Según datos de la OMS, en torno a un tercio de la población europea es sedentaria o no realiza ninguna actividad física. Esto llevo a diseñar la primera estrategia de actividad física para Europa 2016-2025. El objetivo es animar a los europeos a abandonar el sedentarismo y a reducir, con la adoptación de una serie de hábitos saludables, las cada vez más preocupantes tasas de sobrepeso y obesidad.

Consecuencias y riesgos para la salud
La actividad física regular es buena, ya que reduce el riesgo de enfermedades como el infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, trombosis venosa y embolia pulmonar. De hecho, el ejercicio regular y moderado reduce las probabilidades de padecer enfermedades causadas por la trombosis de las arterias o venas.

El sedentarismo además es la manera más rápida de ganar peso. Y es que la falta de actividad física despierta el apetito, lo que aumenta los riesgos de padecer sobrepeso y obesidad, así como de diabetes tipo 2 y osteoporosis, una enfermedad a la que las mujeres somos más vulnerables.

Lleva una vida sedentaria también suele estar relacionada con la adoptación de posturas incómodas, poniendo así en peligro el sistema muscular. La práctica regular de actividad física también tiene beneficios para el bienestar emocional, ya que mejora la autoestima y reduce la ansiedad y la depresión.

Consejos para evitar el sedentarismo
Los riesgos de un estilo de vida sedentaria pueden ser contrarrestados con algunos sencillos hábitos y gestos cotidianos, como levantarse y caminar a un ritmo normal durante 2-5 minutos cada hora o utilizar las escaleras en lugar del ascensor. Y por qué no sustituir el coche o el transporte público cuando el tiempo lo permite por la bici. También podemos bajarnos una parada antes en el autobús o ir andando hasta el trabajo. Y algo también muy importante, a la hora de reponer energías, opta por un tentempié saludable, como una pieza de fruta, en lugar de recurrir a las máquinas expendedoras.

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