Ronquidos y apnea del sueño: ¿En qué se diferencian? La principal diferencia radica en que la apnea lleva acompañada una interrupción de la respiración durante el sueño. Las personas que padecen apena suelen padecer además somnolencia y cansancio durante el día. Aunque roncar, contrariamente a lo que se piensa, tampoco es sinónimo de dormir bien, ya que puede alterar el descanso además de afectar al sistema cardiorespiratorio. Tanto uno como otro trastorno del sueño se pueden tratar y prevenir, ya que la apnea del sueño, por ejemplo, puede estar relacionada con otras patologías como hipertensión o trastornos cardiovasculares.
El sueño es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo ya que es la mejor manera de recuperar la energía para restablecer las funciones corporales. Dos de los trastornos que lo pueden alterar son los ronquidos y la apnea del sueño (conocido como síndrome de la apnea obstructiva del sueño) que, aunque en algunos casos se pueda pensar que están relacionados, tienen sus diferencias. Los ronquidos, efectivamente, pueden un síntoma o señal de la apnea, pero no todas las personas que roncan la padecen. De hecho, un ronquido se puede definir como un ruido provocado por la vibración de la garganta. La apnea además va acompañada de una interrupción de la respiración durante unos segundos, interrupciones que finalizan con un movimiento similar a un espasmo del cuerpo o movimiento brusco de brazos y piernas.
El diagnóstico de la apnea del sueño es importante, ya que puede estar relacionada con otros trastornos de la salud como la hipertensión, los problemas respiratorios o cardiovasculares (arritmias cardiacas, por ejemplo). La somnolencia y la fatiga excesiva durante el día también son síntomas característicos de las personas diagnosticadas de apnea, así como la sensación de no haber descansado, dolor de cabeza y sequedad bucal. Esto puede conllevar más efectos, ya que la falta de sueño reparador puede generar cambios de humor, irritabilidad o falta de concentración.
Trastornos del sueño y peso
Mantener un peso adecuado es importante para prevenir tanto los ronquidos como las apneas del sueño. En el caso de los ronquidos, la acumulación de grasa, especialmente en la zona del cuello, puede facilitar el cierre de las vías respiratorias. Por su parte, diferentes estudios ya han relacionado y constatado la relación entre los problemas de obesidad y de sueño.
No es la única recomendación saludable para prevenir o mejorar los síntomas de las apneas del sueño. Médicos y especialistas también recomiendan practicar ejercicio y seguir una dieta sana y equilibrada, lo cual además favorece el mantener el peso saludable. Asimismo, es aconsejable evitar el consumo de tabaco, alcohol, cafeína y otras sustancias excitantes, especialmente antes de acostarse. Cualquier tratamiento farmacológico debe realizarse bajo prescripción médica, ya que automedicarse somníferos puede conllevar los efectos contrarios y aumentar la aparición de apneas durante el sueño. Procurar dormir de lado en lugar de hacerlo boca arriba es una postura que favorecerá que tengamos menos apneas durante las horas de sueño.