Respiración: Ejercicios para una correcta oxigenación. Durante la respiración todo nuestro organismo recibe el oxígeno necesario. Durante la infancia este mecanismo es completamente natural, pero a medida que nos hacemos mayores puede verse alterado por las tensiones nerviosas, el estrés o la ansiedad. Por este motivo, de igual manera que cuidamos el resto de nuestro cuerpo, también debemos prestar atención a la respiración. Y para mejorar la oxigenación del organismo te proponemos unos sencillos ejercicios que puedes poner en práctica en pocos minutos.
¿Te has parado a pensar alguna vez en todo lo que sucede cuando respiramos? Estamos aportando el oxígeno que nuestro organismo necesita para un correcto funcionamiento. Pese al papel importante que juega, y quizá precisamente por tratarse de un proceso natural, no siempre le prestamos la debida atención. Así, por ejemplo, las tensiones, el estrés o los episodios de ansiedad pueden producir contracturas musculares que, a su vez, interfieren en la respiración e impiden que el aire fluya de manera plena dentro del cuerpo. Ante una fuerte emoción, la respiración puede volverse más apresurada y forzada.
No solo las tensiones o el estrés alteran nuestra respiración y nos impiden hacerlo de manera correcta. Hay otros factores a tener en cuenta, como las posturas inadecuadas –por ejemplo, inclinar el cuerpo hacia delante durante demasiado tiempo reduce la capacidad pulmonar y nos cansamos antes-, el consumo de bebidas alcohólicas, tabaco, cafeína o determinados fármacos, o el comer demasiado rápido. Lógicamente, la respiración también puede verse afectada por problemas respiratorios como las alergias, congestión nasal, infecciones o asma, entre otras.
De igual forma que nuestra respiración se puede ver afectada y al tiempo nos alerta de que algo no va bien en nuestro organismo, también puede ser una buena aliada. Aprender a respirar nos ayudará a liberar tensiones y a sentirnos mejor. Así, en una situación de nerviosismo, respirar lento, profundo y de manera pausada, nos ayudará a mejorar la atención y a controlar el estrés.
A continuación, vamos a ver dos ejercicios, sencillos y prácticos, para respirar mejor y oxigenar a nuestro organismo. Dos ejercicios a los que no tendremos que dedicarles más de diez minutos.
Respirar con el vientre
Estirada, con las piernas flexionadas y los pies apoyados en el suelo, a unos treinta centímetros el uno del otro. La cabeza debe estar colocada de tal forma que el cuello forme una línea recta. Apoya las manos sobre el vientre. Inspira intensamente por la nariz hasta hinchar al máximo el abdomen y espira lentamente con la boca entreabierta. Realiza este ejercicio durante diez minutos.
Respirar con el abdomen
Boca arriba, en suelo o sobre otra superficie, flexiona ligeramente las piernas y extiende los brazos a lo largo del cuerpo. Saca el aire lentamente contrayendo el abdomen y levantando ligeramente los glúteos.
No debemos olvidar que la práctica de ejercicio físico, entre sus reconocidos beneficios para la salud, está el de mejorar nuestro ritmo cardiaco y nuestra respiración. Un ejercicio tan sencillo como andar o dar un paseo renovará la calidad de nuestro aire y nos hará sentir mejor.