Los primeros resfriados otoñales siempre nos pillan desprevenidas. Para que esta temporada la cosa sea diferente, contamos con 7 estrellas anticatarro que nos ayudarán a activar nuestras defensas y a reforzar el escudo inmunitario. Los mejores aliados para mantener alejados los incómodos síntomas de los resfriados otoñales –estornudos, mucosidad y malestar general, entre otros- los vamos a encontrar en el botiquín de la despensa. 7 minerales y vitaminas que actuarán como un escudo inmunitario ante los resfriados y catarros que llegan con los primeros fríos.
Nuestra despensa es un gran botiquín natural. En esta ocasión abrimos sus puertas para encontrar a las 7 estrellas anticarro, los 7 aliados que nos van a ayudar a prevenir los primeros resfriados otoñales. Para que no nos pillen desprevenidas, toca empezar a activar nuestras defensas. ¿Cuáles son esos siete aliados que nos ayudarán a protegernos mejor de los molestos síntomas del resfriado?, ¿dónde encontrarlos? Hay que recordar que los resfriados, catarros y gripes son las enfermedades respiratorias más frecuentes durante los meses de frío. De nuestro sistema inmunitario, de nuestras defensas, depende en gran medida, que los virus nos afecten.
Aliados anticatarro
Estos son nuestros mejores aliados, 7 vitaminas y minerales:
- Vitamina C. La mejor aliada para prevenir infecciones. La vitamina C activa la producción de glóbulos blancos y anticuerpos. Además eleva los niveles de interferón, una sustancia que producen de manera natural las células para protegerse de los virus. La vitamina C también interviene en la formación del colágeno, importante para mantener las barreras naturales contra las infecciones –membranas celulares-. La vitamina C está presente en los cítricos, en el kiwi y el brécol –hay que cocerlo muy poco para que con el calor pierda nutrientes-.
- Vitamina A. Protege contra los virus y las bacterias. Los betacarotenos son unos potentes antioxidantes. La vitamina A es un perfecto protector de las infecciones, sobre todo del sistema respiratorio. Además, activa la respuesta de las defensas, renueva los tejidos y mantiene en buen estado las mucosas. Los lácteos, la yema de huevo, son ricos en vitamina A; y las verduras de hojas verdes, zanahoria y calabaza, en betacarotenos.
- Vitamina E. Favorece la respuesta inmunológica frente a los agentes patógenos. La encontramos en aceites vegetales, frutos secos o germen de trigo. La vitamina E es antioxidante.
- Hierro. Esencial para unas defensas más fuertes. La carencia de hierro puede derivar en un fallo del sistema inmune y, por tanto, reducir la respuesta defensiva. Tener niveles bajos de hierro nos hace más vulnerables a las infecciones, al tiempo que la recuperación es más larga. Las legumbres, los frutos secos, la carne roja o el marisco son ricos en hierro.
- Selenio. Aumenta la producción de glóbulos blancos, lo que favorece el sistema inmunitario. El selenio está presente en la mayoría de los alimentos, aunque nuestro organismo registra niveles bajos, disminuye la actividad bactericida y la respuesta de los anticuerpos. El selenio está presente en los cereales integrales, carne, pescado, leche, frutas y verduras, entre otros.
- Cobre. Mineral antiinflamatorio y combate las infecciones. El cobre también interviene en la formación de colágeno, manteniendo en buen estado los pulmones, piel y vasos sanguíneos. El cobre está presente en muchos alimentos (pescado, carne de ave, marisco, verduras, legumbres, frutos secos…).
- Cinc. Un antibiótico natural. La carencia de cinc aumenta el riesgo de infecciones, ya que es fundamental para la producción de glóbulos blancos. Está presente en la carne de cordero, pescado, marisco, cereales integrales y legumbres.
