Además de molesto, un ataque de lumbago puede resultar incapacitante para quien lo padece. Si es tu caso, aquí tienes una lista de los mejores remedios naturales para reponerse.
Una mala postura, una hernia discal, un sobreesfuerzo físico e, incluso, el estrés, pueden estar detrás de un ataque de lumbago. Un dolor que puede llegar a ser muy molesto y afectar a la calidad de vida de quien lo padece. Para aliviar el dolor, localizado en la parte baja de la espalda, y para relajar la musculatura, podemos recurrir a una serie de remedios naturales. Soluciones caseras que nos ayudarán a reponernos más rápido de un ataque de lumbago. Eso sí, si el lumbago aparece, es importante confirmar cuál es su causa.
Ataque de lumbago: remedios caseros y naturales
Además de los remedios naturales, también vamos a ver qué cambios conviene introducir en la dieta para mejorar la calidad de vida. Empezamos por los primeros:
- Germen de trigo: De efecto relajante y antiinflamatorio. Es un complemento dietético rico en vitaminas B1 y B6. Para reforzar su efecto, se pueden tomar cápsulas de germen de trigo con levadura de cerveza, rica en magnesio, un mineral que actúa como un excelente relajante muscular.
- Enebro para las sobrecargas: Los frutos de enebro, en uso externo, ayudan a reducir la inflamación, aliviar el dolor y relajar la musculatura. Tras la cocción de las bayas, empapar una compresa y aplicar sobre la zona afectada. Para ello, hervimos entre 20-30 gramos de enebro en un litro de agua (durante unos 10 minutos) y después colamos. Este mismo preparado lo podemos utilizar para darnos un baño relajante, añadiéndolo al agua. Ayuda a relajar la musculatura y las zonas sobrecargadas.
- Aceite de hipérico: Analgésico y antiinflamatorio, es un buen remedio para los casos de lumbago y ciática. Aplicar, en forma de masaje, sobre la zona afectada. Podemos comprar directamente la pomada, o bien prepararla en casa. Para ello, llenos un tarro de cristal con flores de hipérico, las cubrimos con aceite de oliva virgen, tapamos y agitamos. Dejar en un lugar soleado durante un mes y, posteriormente, filtrar.
- Arcilla verde: Buena para la rebajar la inflamación. Se aplica en forma de emplastes sobre la zona afectada. Para potenciar su efecto, diluir medio kilo de arcilla verde en una infusión de árnica (15 gramos por cada 750 ml de agua). Aplicar una capa gruesa, cubrir con hojas de col y una manta de lana.
Tal y como hemos señalado, la dieta también juega un papel preventivo en los casos de lumbago. Así, hay algunos alimentos que conviene tener en cuenta por su efecto antiinflamatorio, como son el pescado azul, las nueces y las semillas de Chía. ¿Qué tienen en común? Son ricos en ácidos grasos Omega 3, los cuales ayudan a reducir la inflamación de los tejidos y a aliviar el dolor. La piña fresca, por su parte, es rica en bromelina, una enzima digestiva que además es antiinflamatoria. Las coles de Bruselas son ricas en sulforafano, un activo que ayuda a reducir la inflamación.
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