Dejar de fumar y no engordar, ¿es posible? Sí, y te contamos cuáles son los mejores remedios naturales para conseguirlo. Por cuestiones de salud, siempre es un buen momento para abandonar el hábito del tabaco. Si necesitas un poco de ayuda, aquí tienes algunos consejos y soluciones que te resultarán prácticos y fáciles de aplicar. ¿Te animas?
¿Cuántas veces has pensado en dejar de fumar? Dejar el tabaco, según datos médicos, reduce hasta en un 50% las probabilidades de padecer una enfermedad coronaria. Y es solo uno de los muchos beneficios que nos reportará abandonar un hábito especialmente nocivo para la salud. Sin embargo, hay un argumento que, en más de una ocasión, sirve a los fumadores como excusa para no dejar el tabaco, y es el temor a ganar peso. Tampoco es excusa. De media se ganan unos 2-3 kilos –consecuencia de sustituir el tabaco por la comida para aplacar la ansiedad-, y hay remedios y soluciones naturales para evitarlo. Vamos a ver cuáles son las eficaces.
Dejar de fumar remedios caseros
Si buscas un remedio eficaz, y natural, para ayudarte a dejar de fumar, aquí tienes algunos que te servirán de ayuda:
- Extracto de avena contra la ansiedad: Dejar de fumar puede provocar ansiedad, mayor irritabilidad, mal humor, nerviosismo e, incluso, palpitaciones. Para combatir estos síntomas toma extracto de avena, un preparado herbal que se obtiene mezclando 25 gotas de extracto de avena en un vaso de agua. Tómalo tres veces al día.
- Flores de azahar: Las infusiones de flores de azahar, combinadas con el extracto de avena, también son una buena solución para aplicar la inquietud que puede asaltarte entre horas y para evitar caer en el picoteo.
- Alga fucus: La nicotina, entre otros efectos, estimula los movimientos intestinales, motivo por el que al dejar de fumar pueden aparecer episodios de estreñimiento. El alga fucus, gracias a su contenido en fibra y yodo, evita el estreñimiento y además controla el apetito y acelera el metabolismo. Tómala en infusión antes de la comida de mediodía, preparada a partes iguales con hojas de abedul y ortosifón, dos plantas desintoxicantes. Si tienes problemas de tiroides, es aconsejable sustituir el alga fucus por raíz de malvavisco y frángula.
- Drosera para la tos: Al dejar de fumar es posible que tengas tos e, incluso, aparezca mucosidad en el pecho. Son síntomas comunes del proceso de regeneración de los pulmones. Para combatirlos, añade jarabe de drosera a las infusiones y al yogur. Para preparar un jarabe de drosera, mezcla diez gramos de drosera en 750 ml de agua, junto con tomillo, malva, hinojo y pulmonaria. Tras diez minutos de preparación, filtra y vuelve a calentar añadiendo 300 gramos de miel de eucalipto. Retirar cuando adquiera la textura de un jarabe.
- Hibisco y escaramujo: El síndrome de abstinencia del tabaco puede mermar nuestra capacidad de concentración. Para evitarlo, prueba una infusión de escaramujo con flor de hibisco y rooibos. Este preparado también ayuda a suavizar la garganta.
- Cápsulas de triptófano: Las puedes encontrar en parafarmacias. Son eficaces porque estimulan la producción de serotonina, la hormona del bienestar y la relación. Además, ayuda a evitar el nerviosismo y la tentación por los alimentos dulces.
Dejar de fumar sin engordar: consejos
Para que dejar de fumar no se traduzca en kilos de más es aconsejable evitar el azúcar, los dulces y los alimentos refinados, ya que pueden provocar subidas bruscas de glucosa, lo que favorece la aparición de los michelines. Si tienes la tentación de comer algo dulce, prueba con un yogur, una fruta fresca.
Fumar también acelera el metabolismo, por lo que al dejarlo es normal quemar menos calorías. Para compensar, haz cinco comidas al día –tres principales y dos tentempiés- y más ejercicio físico.