La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel, caracterizada por lesiones delimitadas de color rojo desvaído, cubiertas por escamas que se desprenden y dejan al descubierto minúsculos capilares con sangrado puntiforme. Un trastorno causado por una predisposición genética, si bien hay un buen número de factores asociados con el estilo de vida que también influyen en su aparición y desarrollo, tales como el estrés, llevar una dieta desequilibrada, el tabaco y el alcohol. No es fácil de controlar, de hecho, la psoriasis puede conllevar una merma de la calidad de vida y, en el caso de muchos pacientes, una dificultad en el día a día, a la hora de relacionarse con los demás, a la hora de conseguir un trabajo…
Para controlar esta enfermedad, además del tratamiento farmacológico, también contamos con la ayuda de algunos remedios naturales y eficaces. La psoriasis, como hemos dicho, afecta a la piel, por lo que la mayoría de los tratamientos son tópicos. Estos remedios naturales también son una ayuda para reducir los efectos secundarios de la toma de muchos medicamentos.
Alcachofa y soja La alcachofa es un ingrediente que está presente en algunos de los productos de uso tópico contra la psosiaris, como cremas, geles y ungüentos, pero, además, incluirla al natural en la dieta es una buena opción para paliar los síntomas de la psoriasis. Lo más recomendable, en estos casos, es llevar una dieta rica en frutas y verduras, así como beber mucha agua (para asegurar la hidratación de la piel). Entre los alimentos recomendados, se incluyen la alcachofa y la soja. Por un lado, la soja actúa como un excelente protector natural de las membranas celulares de la piel, previniendo la muerte prematura de las células y favoreciendo la curación de la piel, como en el caso de la psoriasis. Por otro, la alcachofa, conocida por sus efectos purificadores en los riñones y el hígado, favorece la eliminación de toxinas y, por lo tanto, tiene efectivos positivos en muchas enfermedades de la piel.
Dunaliella Salina La Dunaliella Salina, una microalga roja, tiene excepcionales propiedades revitalizantes para la piel, gracias a su alto contenido en ácido algínico y beta-aroteno, sustancias que también se encuentran en algunos alimentos y que tienen un alto poder antioxidante, ideal para la curación de enfermedades de la piel, como la dermatitis atópica y la psoriasis.
Semilla de pomelo El extracto de semilla de pomelo es rico en fenoles y flavonoides, con efecto antioxidante. Además, el pomelo actúa como un antiinflamatorio. Una planta a la que además se le atribuyen propiedades de limpieza del higado y depuración de la piel, especialmente en los casos de aparición de acné, eccema, psoriasis y dermatitis de varios tipos.
Centella Asiática Utilizada desde hace siglos por sus propiedades dermatológicas. En el caso de la psoriasis, ayuda a tonificar la microcirculación venosa periférica.
Aloe Vera El aloe vera, aplicado en forma de gel, elimina la presencia de polisacáridos de la piel, contribuyendo a su reparación y a prevenir su deshidratación de la piel, ya que uno de sus efectos es, precisamente, reducir la pérdida de agua.
Aceite de jojoba y aceite de macadamia Dos productos que ayudan a prevenir la inflamación de la piel. En particular, el aceite de jojoba es protege la piel, aporta elasticidad, es rica en vitamina E y ejerce de excudo ante los radicales libres. Por último, la bardana, con propiedades anti-inflamatorias, ayuda a mejorar la transpiración de la piel.
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