Reiki: Contra la artritis, la migraña y el estrés. Son algunas de las dolencias cuyos síntomas puede ayudar a mitigar la práctica de una técnica milenaria. El reiki parte de la premisa de que somos energía. La Organización Mundial de la Salud, OMS, la reconoce como terapia alternativa y, en combinación con la quimioterapia, se ha utilizado con éxito en pacientes diagnosticados de cáncer. La medicina convencional comienza a tener en el reiki a un interesante aliado. ¿En qué consiste el reiki?, ¿qué beneficios nos puede reportar una sesión de 45 minutos?
El principal fundamento del reiki es que somos energía y su fluir a través de los chakras protege nuestro organismo. Una técnica milenaria que ayuda a canalizar esta energía a través de las manos para mitigar determinadas dolencias físicas o emocionales. Dolencias que aparecen cuando la energía se bloquea o detiene. Al posar las manos en las distintas zonas del cuerpo, desde la cabeza a los pies, se reequilibran los centros de energía o chakras, devolviendo el equilibrio al organismo.
El reiki es un legado de la medicina alternativa con más de 3.000 años de historia, aunque durante años permaneció prácticamente en el olvido, hasta que en 1920 fue recuperada por el que está considerado como el primer maestro moderno del reiki, el doctor Mikao Usui, monje japonés. Una técnica que en los últimos años también ha merecido la atención de la medicina convencional. De hecho, la Organización Mundial de la Salud, OMS, la reconoce desde el año 1995 como práctica terapéutica alternativa. En los centros hospitalarios de Estados Unidos y Reino Unido ya se utiliza como aliada en tratamientos de diferentes patologías. Una línea que también comienza a seguirse en nuestro país por los interesantes resultados observados.
Entre los efectos beneficiosos que puede reportar el reiki está el de ayudar a reducir los síntomas de patologías que cursan con dolores crónicos, como la artritis, el reúma o las migrañas. El reiki también ayuda a liberar tensiones y a reducir el estrés y la ansiedad. Eficaz contra el insomnio puede actuar en bloqueos emocionales severos.
El reiki se basa en imponer las manos sobre otra persona para transmitir energía vital, un método que todos podemos aprender. La práctica del reiki permite no solo convertirse en receptor de esta energía, sino también en transmisor. Una energía sin efectos secundarios; beneficiosa y compatible con otras terapias. De hecho, se ha utilizado con éxito en combinación con la quimioterapia para pacientes con cáncer.
Reiki: Terapia preventiva
Pero el reiki no solo es una técnica a la que recurrir cuando se presenta alguna dolencia física o emocional, sino también como medida preventiva. El reiki, al elevar la energía y ayudar a liberar las tensiones y estrés emocional, nos hará sentirnos mejor, mejorando la capacidad de concentración y creatividad. De hecho, el reiki nos recuerda que la salud no solo depende de factores físicos, sino también de factores emocionales, mentales y espirituales.
