Las mujeres, especialmente a lo largo de las últimas décadas, hemos conquistado mucho más que derechos y espacios. Hemos logrado ser dueñas de nuestras decisiones y, en definitiva, del camino que queremos seguir en nuestras vidas, tanto en el aspecto personal como laboral. ¿Quedarse soltera? Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay más de dos millones de singles (entre 30 y 50 años). Afortunadamente en estos últimos años también hemos conseguido desterrar prejuicios, tópicos y estereotipos negativos, entre ellos los relativos a quedarse soltera, un estado civil que conllevaba una enorme y pesada carga en el caso de la mujer, no así en el del hombre. La mayor presencia de la mujer en los espacios públicos ha traído consigo un cambio de mentalidad y de actitud. Para la mujer moderna quedarse soltera es una decisión que puede adoptar libremente, sobre todo porque ser soltera no es, ni mucho menos, lo mismo que estar sola. Quedarse soltera es el nuevo orgullo de la mujer moderna, la mejor manera de disfrutar de la plena libertad.
Sin embargo, mientras cada vez más mujeres reconocen sentirse bien optando por la soltería, para otras muchas puede convertirse en un problema emocional que no conviene subestimar. Un trastorno emocional denominado se llama anuptafobia y que se traduce en exactamente lo contrario, el pánico a quedarse soltera.
Quedarse soltera por decisión propia
¿A qué edad la soltería empieza a ser motivo de preguntas por parte de los demás? Y es que según una investigación realizada por la Universidad de Missouir, tres de cada 10 mujeres mayores de 30 años reconocían sentirse presionadas por su entorno para casarse o formar una familia, en el sentido más tradicional. Presión social que, según el mismo estudio, dejaría de tener efecto en las mujeres mayores de 35 años, edad en la que la mayoría de las mujeres demuestran su madurez marcando sus prioridades y, casarse, no siempre está en las primeras posiciones.
Ser soltera por decisión propia también tiene ventajas para la salud, sobre todo si nos atenemos a los datos que han arrojado algunos estudios. Una investigación publicada en el Journal of Marriage and Family (Gender, the Marital Life Course, and Cardiovascular Disease in Late Midlife) señalaba que las personas solteras o divorciadas tenían menos problemas cardiovasculares. Algo tendrá que ver que las personas solteras son más activas y hacen más deporte.
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