Preeclampsia: Un mal desconocido que afecta al 10% de embarazadas

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Preeclampsia: Un mal desconocido que afecta al 10% de embarazadas, sobre todo en el caso de las primerizas, y sobre el que los profesionales de la ginecología inciden en la falta de información y de prevención. La preeclampsia, también denominada gestosis, es la segunda causa de mortalidad durante el parto, una complicación que se produce por una repentina subida de tensión. Controlar la presión arterial, así como vigilar la presencia de otros síntomas como dolores de cabeza o malestar general continuo, durante el periodo de gestación ayuda a evaluar los riesgos de sufrir preeclampsia.
 
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, con los datos encima de la mesa, ha puesto el acento en la importancia y en la necesidad de concienciar a la población, y sobre todo a las mujeres, sobre un problema desconocido pero que, desafortunadamente, en los casos más graves puede tener consecuencias irreversibles. Se trata de la preeclampsia o gestosis, una repentina subida de la presión arterial que puede afectar a las mujeres embarazadas. Aunque es una complicación mas propia de las personas que padecen trastornos cardiovasculares, los profesionales de la ginecología recuerdan que también se produce entre las mujeres gestantes, siendo la segunda causa de muerte durante el parto (seis de cada cien mil), por detrás de las hemorragias imposibles de controlar. Lejos de alarmar, hay que señalar, no obstante, que los casos más graves son muy pocos, en torno a 30 al año.
 
Vigilar y controlar nuestra salud durante el embarazo pasa no solo por unos hábitos saludables, sino también por la prevención de problemas de salud como la espina bífida o la preeclampsia, dos enfermedades quizá poco conocidas para la mayoría de la población. Sin embargo, la preeclampsia puede manifestarse a partir de la vigésima semana de embarazo, acompañada de otros síntomas, además de la hipertensión, como los dolores de cabeza, dolores de estómago, aumento de las proteínas en la orina, aumento de más de dos kilos de peso en solo una semana, visión borrosa o malestar general continuo. En ocasiones también pueden aparecer edemas pulmonares. Su detección pasa por no saltarse las consultas prenatales para controlar la tensión arterial y, sobre todo, seguir los consejos médicos durante el embarazo.
 
Los especialistas reconocen no tener respuestas para determinar las causas de una enfermedad que sufren un 10% de las mujeres embarazadas primerizas y, entre un 5 y un 7% del resto de gestantes. Además, la diabetes, la obesidad y los trastornos renales crónicos también se han constatado como factores de riesgo, al igual que suele ser más frecuente entre los embarazos múltiples. Parece ser, según apuntan los expertos, que la respuesta estaría en la placenta, desapareciendo el riesgo tras el parto. En los casos leves, los médicos recomiendan reposo, dieta sana y control médico y, solo si se complica o no revierten los síntomas, el ingreso hospitalario. En algunos casos, para evitar riesgos tanto en la salud de la madre como del bebé y cuando aparece a partir de la semana 37 de gestación, se opta por provocar el parto.
 
Aunque todavía habrá que esperar la confirmación de los resultados, la investigación sigue avanzando en la detección de este trastorno. Así, recientemente, científicos de Estados Unidos han presentado un nuevo test de orina capaz de predecir los riesgos de sufrir preeclampsia, una prueba capaz de detectar la presencia de un tipo de células renales y que constituyen una señal de este trastorno.

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