La piel atópica es una enfermedad crónica de la piel que se manifiesta como eccema y cursa en brotes. La dermatitis atópica, la manifestación cutánea de la atopia, se define como una tendencia a reaccionar de manera exagerada frente a sustancias irritantes, alergénicas e incluso fármacos. Aunque pueda aparecer en personas de cualquier edad, es una enfermedad cutánea más frecuente en niños, sobre todo durante la lactancia y la infancia temprana. ¿Cómo aliviar los molestos síntomas y evitar los brotes repetitivos? Además del tratamiento que prescriba el médico, hay algunos remedios naturales que pueden resultar un excelente complemento por sus propiedades terapéuticas. Tomamos nota de estos remedios.
Ulmaria planta medicinal
Las infusiones elaboradas con plantas depurativas y antiinflamatorias son un excelente aliado para la piel que nos cuida por dentro y por fuera. Entre ellas se incluye la ulmaria que actúa como un beneficioso depurativo, eficaz en el tratamiento de la piel atópica.
Zarzaparrilla para la piel
De efecto depurativo, es una planta que no debe faltar en tu botiquín si padeces piel atópica. Combinada a partes iguales con otros depurativos, como el diente de león o la bardana, ayuda a mejorar el estado de la piel ante la aparición de eccemas. Para preparar una infusión depurativa y antiinfecciosa, añadimos 2 cucharadas en medio litro de agua y dejamos hervir durante 2 minutos. Retirar del fuego y dejar reposar 10 minutos y filtrar. Tomar en pequeñas dosis a lo largo del día.
Bardana para la piel
Esta planta es un remedio muy valioso para resolver problemas de la piel, y en concreto ayuda a mejorar el estado de las pieles eccematosas. Se puede tomar en tintura o aplicar vía externa preparando una decocción con 2 cucharadas de bardana, pensamiento y cola de caballo en medio litro de agua. Hervir durante un par de minutos y dejar reposar otros cinco.
Caléndula para pieles con dermatitis
Especialmente apreciada por su efecto antiinflamatorio y antiséptico. Se puede aplicar en forma de aceite (rociando una gasa con unas gotas y aplicándolo luego sobre la piel) o aplicarla en forma de decocción, preparando una infusión con una cucharada de flores de caléndula en una taza de agua hirviendo. Dejar reposar antes de aplicar.
Baño de avena para pieles atópicas
La avena no solo te cuida por dentro, también por fuera, así que aprovecha sus propiedades terapéuticas para la piel con un relajante baño. Tan sencillo como hervir, durante un par de minutos, 400 gramos de avena en un litro de agua, y añadir la mezcla al agua de la bañera. Otra opción es preparar compresas empapadas en avena. Para ello, hervimos media taza de avena en 1 litro de agua. Filtrar y mojar la compresa o gasa en el líquido resultante. Aplicar sobre la zona de la piel eccematosa.
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