El tamaño y la forma del pezón es diferente en cada mujer. Los pezones pueden ser planos, invertidos o grandes. Los pezones invertidos o planos son un problema que, según datos médicos, afecta a una de cada diez mujeres. El pezón invertido se puede diagnosticar de una manera tan sencilla como apretando la aerola entre los dedos índice y pulgar. Mientras que el pezón normal sobresale al ser estimulado, el pezón plano solo sale un poco hacia fuera, y el pezón invertido, por su parte, se retrae. De hecho, adquiere una forma similar a la del ombligo, lo que le ha valido el sobrenombre de pezón umbilicado. Una reacción similar se produce al sentir o aplicar frío sobre el pezón. Tener el pezón invertido no solo es una cuestión estética, ya que por ejemplo en el caso de que la mujer sea madre puede crear problemas a la hora de la lactancia materna.
Causas
Los pezones invertidos, ¿a qué se deben? Pueden ser congénitos (la mujer presenta un acortamiento de los conductos y bandas fibróticas de la mama) o como consecuencia de alguna patología como mastitis, por ejemplo.
Tipos
Los pezones invertidos o hundidos se retraen al ser estimulados, y además es una característica que puede afectar a uno o a las dos pezones. Se establecen tres tipos de pezones invertidos:
- Tipo 1: Cuando por estimulación o cambio de temperatura se consigue hacer sobresalir al pezón y que mantenga esta posición.
- Tipo 2: Cuando el pezón sobresale al presionar ligeramente detrás de la aerola, pero al retirar la presión se vuelve a retraer.
- Tipo 3: Cuando la estimulación no consigue hacer salir al pezón, siendo en estos casos la cirugía el tratamiento más recomendado.
Tratamiento para los pezones invertidos
Además de la cirugía hay algunas técnicas con las que intentar que el pezón salga hacia fuera.
Ejercicios de Hoffman
Uno de los tratamientos que se ha venido aconsejando a los mujeres con pezones invertidos o planos son los conocidos como ejercicios de Hoffman. ¿En qué consisten? En tomar los pezones con los dedos y suavemente estiralos hacia fuera realizando movimientos rotatorios durante unos segundos. Esta forma de estimular los pezones, según los expertos, puede tener algunos riesgos, como dañar la areola, y en el caso de hacerlo durante el embarazo la estimulación puede favorecer la producción de oxitocina y, con ello, el riesgo de parto prematuro.
Mecanismos de succión
Hay otros métodos, aunque no siempre resultan eficaces, como el uso del sacaleches o las pezoneras. Éstas últimas, en el caso de las madres, puede interferir con la lactancia. Además estarían los denominados escudos formadores de pezón, cuyo diseño incluye un anillo que se coloca sobre la aerola para que el pezón sobresalga por el orificio central.
Cirugía
La cirugía permite corregir los pezones invertidos o planos. Una operación que no requiere hospitalización y que se realiza con anestesia local. La operación consiste en una pequeña incisión debajo del pezón, lo que dejará una cicatriz practicamente inapreciable.
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