Los huertos urbanos se han convertido en algo más que tendencia en un intento, en la mayoría de los casos, por recuperar espacios para la naturaleza dentro de la ciudad. Tener un huerto, sembrar y cultivar frutas y hortalizas de temporada es, sin duda, un sueño para muchos de los que viven en las grandes ciudades. De hecho, los huertos urbanos se han convertido en una iniciativa cada vez más presente en las ciudades buscando aunar el medio ambiente con la participación ciudadana. Más allá de la entrañable y bien cuidada huerta que todos nos imaginamos, ¿puede haber peligro para la salud por hacerlo en un entorno urbano? Quizá estemos subestimando algunas cuestiones a tener en cuenta para cultivar un huerto urbano sin riesgos. Conviene ser precavidos si queremos evitar que la ensalada incluya algún ingrediente extra a los tomates y lechuga de nuestro huerto.
Métales tóxicos en el suelo
Hace ya varios años que los expertos vienen avisando de los riesgos que puede entrañar cultivar un huerto en un entorno urbano, sobre todo de una gran ciudad. Una de las primeras advertencias hace referencia al suelo y a la posible contaminación por metales tóxicos, contaminación que podría afectar a las frutas y hortalizas a través de las raíces. Según la científica y experta en polución de suelos Samantha Langley-Turbaugh, de la Universidad del Sur de Maine (Portland), entre los metales tóxicos que podrían estar presentes en el suelo se incluye el plomo, especialmente peligroso, zinc o cadmio. Diversos estudios han señalado que las plantas, de media, pueden absorber entre el 20-25% del de plomo que se acumula en el suelo.
En la misma línea, una investigación de la Universidad Técnica de Berlín, realizada en el año 2012, constató que los vegetales que se cultivan en huertos urbanos son más susceptibles de contaminación ya que absorben mejor los productos químicos. Los análisis realizados por el equipo de investigación desveló altas concentraciones de plomo en verduras que habían sido cultivadas en huertos ubicadas en zonas cercanas a industrias o de intenso tráfico.
Agua de riego
Otro factor importante a tener en cuenta es el agua de riego, ya que si la que estamos utilizando para regar el huerto no está controlada (sin asegurar sus condiciones sanitarias) puede ser un vehículo de contaminaciones y de transmisión de patógenos a los productos frescos. Otro consejo importante, en el caso de los huertos urbanos, es evitar que perros y gatos utilicen la zona de cultivo para hacer sus deposiciones.
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